Capitulo 28

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—Sí, yo te bañe, te seque y te vestí—Se acercó a su oído para susurrar, dejando suaves besos en su lóbulo—. No hay nada que no haya visto o tocado pequeño nerd.

—¡Eres un abusivo! —Lo empujo y salió disparado de su regazo, se fue corriendo a la habitación cerrando la puerta, Bakugo solo se echó a reír.

Ya en la habitación se aventó a la cama y enterró su rostro en la almohada, oculto pequeños chillidos, se sentía apenado, Katsuki lo había bañado, le gustaba esa idea, pero le habría gustado más estar despierto, sacudió su rostro restregándolo en la almohada, se había vuelto un pervertido, y todo era culpa de Katsuki.

Se levantó y se colocó un pijama, dio un hondo suspiro, se sentía agradecido de estar a salvo, aún tenía miedo, quedaban rastros de todo el terror que vivió, pero le tranquilizaba a saber que estaría bien ahora, estaba con su demonio, confiaba en él.

—¿Nerd estas bien? —Toco la puerta, fue de inmediato a abrirle, necesitaba ser abrazado de nuevo.

—Katsuki—Salió y se abrazó a él, Bakugo le correspondió el abrazo rodeado su cintura y espalda—. Tengo sueño.

—También yo, no hemos dormido bien, vamos a dormir un rato, serás mi almohada bastardo.

Dio pequeñas mordiditas en sus mejillas que hicieron al ángel sonreír, ambos se recostaron en esa cama y se abrazaron, se quedaron profundamente dormidos a los pocos minutos de estar así, inconscientemente la cola del demonio había terminado rodeando una de las piernas del ángel.

Después de algunas horas de sueño reparador Izuku comenzó a removerse, se sentía cómodo y rodeado de almohadas muy suaves, sus ojos apenas comenzaban a abrirse, pero algo hacía falta, estiro su brazo intentando tocar ese cuerpo que le daba tanta seguridad, pero no sucedió, se sentó abruptamente en la cama y miro a su alrededor con algo de confusión, no estaba en la tierra estaba en el cielo, se puso de pie lentamente observando todo ¿Dónde estaba Katsuki?

El demonio se encontraba en la sala de esa casa, nunca se había quitado los pendientes así que le resulto fácil transportarse, ya hacía mucho rato la madre del ángel le había entregado una limonada, la cual sostenía en sus manos con cuidado, la mujer se asustó cuando lo vio entrar con su hijo en brazos, después de recostarlo pidió hablar con ella, y después de una hora de charla, entre ligeros llantos de la mujer al enterarse del secuestro de su hijo termino llamando a Toshinori.

El demonio se sentía un poco intimidado estaba al lado de un arcángel después de todo, y de nuevo paso horas relatando todo lo sucedido, claro omitiendo uno que otro detalle salvaguardando la integridad de su ángel y la estabilidad emocional de los dos ángeles frente a él, podía notar perfectamente que se preocupaban mucho por Izuku, le alegraba saber que el ángel no estaría desamparado en ningún momento, aunque recién conocía al arcángel este comprendió de inmediato que él era el famoso demonio del que tanto le hablaba Izuku.

Aunque Bakugo hubiese preferido que fuese Izuku o ambos juntos quienes pusieran en claro los términos de su actual relación y el permiso obtenido, él tuvo que hacerlo, debía hablar con sinceridad en ese momento eso ayudaría a fortalecer la confianza de dos de los seres más cercanos a su ángel, además en el fondo se sentía tremendamente culpable por lo sucedido, se supone que lo cuidaría y lo perdió dejándo que le hicieran daño, aunque la madre del ángel le reiteraba en ciertos momentos que no era su culpa, era algo que su propia conciencia no podía superar tan fácilmente, su pequeño grado de paranoia respecto a la seguridad de Izuku no se lo  permitía.

—Es por esto que sé que si ese bastardo, le pidiera perdón a Izuku y se arrodillara pidiendo clemencia lo perdonaría, lo conozco, pero a diferencia de Izuku yo no soy un ángel, soy un demonio y estoy lejos de perdonarle sus acciones—Bebió lo que le quedaba de la limonada y coloco el vaso en la pequeña mesita de centro.

Corazón de Ángel Where stories live. Discover now