Nunca llegué a averiguar cómo narices Logan y Daniel lo consiguieron, pero el viernes por la noche, después de que llegara a la casa tras la sesión con el psicólogo, me encontré con dos barriles de cerveza y unas cuantas botellas de licor en el garaje.
Sus padres se iban nada más dejarme tras el psicólogo, y fue un milagro que no lo vieran, porque habían dejado las maletas allí mismo.
Eran listos para conseguir alcohol pero no para esconderlo, vaya.
Esa noche Daniel volvió a tener ensayo, y volvió a pedirme que lo acompañara, aunque pudimos ir en su coche porque hacía tiempo que se habían sus padres. No volverían hasta el domingo por la noche.
Jude ya estaba mejor de la muñeca, pero usaba una venda como prevención. Todos trabajaban muy duro de cara de aquel concierto, y aunque no lo dijeran en voz alta, estaban nerviosos. La idea de ser algo más que un grupo amateur comenzaba a abrirse en su mente, y cuando tu sueño te alcanza, cuesta mucho dejarlo ir.
El sábado por la mañana me desperté muy tarde, pero no había rastro de Daniel en la casa. Quizás estaba en su habitación, pero llamé varias veces y no contestó, así que tampoco entré.
Me dediqué a hacer la tarea para tener el resto del fin de semana libre y, cuando tampoco regresó para comer, aproveché para apartar algunas figuras y cuadros de la casa que me parecían delicados.
Daniel llegó junto a Jessica y Ashley una hora antes de que comenzara la fiesta. Habían quedado para comer, y Jessica se encargó a la perfección de hacérmelo saber. Y también de preguntarme por qué no había vuelto a tener otra cita con Logan.
Me encogí de hombros, evitando mirar a Daniel y pensando cómo salir airosa.
—No me ha pedido otra —murmuré mientras colocábamos vasos de plástico y las botellas sobre la encimera de la cocina para que la gente pudiera servirse.
Ashely intervino, dejando latas de cerveza que no había visto la noche anterior a un lado. Pero, ¿cuánto alcohol había allí?
—¿Y estás esperando a que lo haga? Eso es muy poco feminista.
Abrí la boca para contestar, pero Jessica me interrumpió.
—Si quieres yo puedo decirle algo, porque el pobre se piensa que no te gusta.
Las dos me miraron fijamente y, detrás de ellas, estaba Daniel. No pude evitarlo y mis ojos fueron a los suyos, coincidiendo. Estaba atento a todo lo que decía.
Jessica y Ashley se dieron cuenta de lo que hacía, y la sonrisa de la primera titubeó mientras la otra alzaba las cejas.
Genial. Ahora sospechaban.
—Claro, estaría genial —respondí por fin.
Pobre Logan.
Terminamos de preparar todo antes de que la gente comenzara a llegar, aunque Logan y Cassie fueron los primeros en aparecer. Logan se ofreció a preparar uno de sus "famosos cócteles" para todas, que Cassie se rehusó a tomar. Tomó una lata de coca cola cero y brindó con todos nosotros.
—¡Por una fiesta brutal! —Exclamó Daniel.
Intercambió una mirada conmigo, sonriente, pero yo estaba demasiado preocupada por cómo de brutal sería para devolverla.
Dimos los primeros sorbos a la bebida, que estaba tan cargada de alcohol que me dio nauseas, y entonces Jessica o hizo. Rebuscó en su bolso y sacó un sobre transparente con unas pastillas dentro.
—¿Quién quiere tomar la primera?
Di un paso hacia atrás inconscientemente, pero solamente Daniel, que seguía mirándome, lo notó.
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Hazme Olvidar ©
Teen FictionHISTORIA +18 || Emily ha sufrido mucho. La muerte parece acecharla, y solo quiere escapar de ella. Pero cuando no lo logra, es enviada a vivir con los Black. Y con el estúpido, prepotente e idiota de su hijo, Daniel Black. Sin embargo, Daniel parec...