Soulmates [Donquixote Rosinante/Corazón]

XIII. Dos almas

Capítulo 13
Aceptando sentimientos

Después de entregar los nuevos diseños de ropa a conjunto, Alysia arrastró al rubio por todos los lugares que se podrían considerar buenos para una cita, fueron a un cine -ella arrendó todo el lugar porque podía-, luego fueron a un restaurante a comer -donde la chica nuevamente hizo de las suyas-, fueron a un parque -en donde tuvo que resignarse y convivir con las demás personas-, fueron a al lago del parque en donde alimentaron a unos patitos y luego finalmente fueron a un cerro para ver las estrellas sin la interrupción de tantos edificios.

Rosinante solo pudo admirar la belleza de este nuevo mundo siendo arrastrado de un lado a otro por la azabache que manejaba su lujoso auto, porque sinceramente, ella quería pasar tiempo a solas sin guardaespaldas, un chofer molesto o personas que le miraran mostrarle demasiado amor al rubio.

Alysia no tenía vergüenza alguna en mostrar su amor al rubio directamente, pero sabía perfectamente que Rosinante era un chico tímido y fácilmente vergonzoso, no podría soportar la idea de que él se alejase de ella porque no soportó un beso en publico o algo por el estilo, además sabía que a él le incomodaban bastante los besos después de sus constantes caídas en público, ella era demasiado intensa para él y debía aceptar bajar un poco -a regañadientes- su forma directa de darle amor al rubio.

Alysia jadeó sorprendida cuando sintió como la mano del hombre suavemente acarició su mejilla antes de darle un tímido beso en los labios bajo la luz de las estrellas, ella nunca esperó que él diera una muestra de afecto como ella ya que sabía del pavor de este, por lo que todo su rostro de volvió rojo y mostraba una expresión de incredulidad y anhelo.

Rosinante soltó una pequeña risita mirando a la chica desconcertada que tenía las mejillas rojas, él simplemente no sabía que le hacía la chica como para que se hubiese enamorado en tan poco tiempo de ella y quizás ese relato de las almas gemelas era cierto, porque por mucho que quisiera negar que le gustaba esa apresurada chica sinvergüenza, no podía evitar que sus deseos más oscuros y puros estuvieran entrelazados con los de la chica.

El hombre apoyó su cabeza en los pechos de la chica, recostándose en el capo del auto mientras ella miraba sorprendida esa reacción, pero no se pudo negar y solo acurrucó al hombre más cerca de ella. Rosinante ya no podía negar sus sentimientos por ella, al principio fue muy difícil para él aceptar toda la situación en la que se encontraba, un nuevo mundo en donde todo lo que conocía como su realidad fue destrozado de golpe y en donde las leyes parecían favorecer mucho más a los ciudadanos que en su mundo.

Quizás fue una ley más justa, aquí las personas podían ser libres sin preocupación alguna y no como en su mundo en donde todos tenían que luchar día y noche para sobrevivir, aunque sea un segundo más, aquí estaban prohibidos los asesinatos incluso si el criminal era extremadamente malvado, aquí ya no tenía que preocuparse porque alguien loco con poderes extraños le atacase.

Este mundo era pacifico, pero muy ruidoso.