003 ⋆ would've, could've, should've

656 86 90
                                    







₊‧ ୨ 𓆩 ♡ 𓆪 ୧ ‧₊˚
W, C, S
capitulo tres

if clarity's in death, then why won't this die?

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

if clarity's in death, then why won't this die?

if clarity's in death, then why won't this die?

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

TROST: 850
🕯️୨♡୧ ִ° ⋆

La oscuridad y los demonios que llevamos dentro no siempre son posibles de contener. Mirai sabía que vivía rodeada de maldad, que el mundo no era justo y era un lugar horrible, un infierno para todos, pero sobre todo para los débiles.

Todo a su alrededor era oscuro, los humanos eran seres espantosos, llenos de maldad y mucho más que eso. No podía decir que ella era la excepción, porque su pureza había sido corrompida por la suciedad de la humanidad. Le arrebataron su inocencia cuando apenas era una niña, condenándola a una vida infernal.

Se convirtió en monstruo, igual a los demás. Perdió su alma, perdió su humanidad y perdió la claridad en su vida, convirtiéndose en un ser oscuro y el deseo de vivir. Y al igual que el resto, su propio demonio salió a la luz.

Estaba sola y herida. Quería huir, quería desaparecer y alejarse de toda esa oscuridad; pero no podía, porque era prácticamente una prisionera.

Corrió y corrió, luchó e hizo lo que pudo para escapar. El camino era tenebroso, completamente aterrador y ella creyó no ser lo suficiente valiente para cruzarlo. Iba a rendirse, porque no era fuerte y no había forma de que ganara una batalla para la que nunca se preparó. Su alma robada estaba sedienta de venganza, y ella quería recuperar lo que le habían arrebatado, aunque era imposible.

De pronto, las puertas del infierno fueron abiertas por alguien como ella: un ángel caído. Un ser igual de roto que ella, pero que incluso con su propio demonio dentro, Mirai encontró una salida.

El demonio le hablaba al oído. Le daba las armas, el poder y el valor que necesitaba para saciar su hambre y sed, para cobrar el mismo dolor al que la habían inducido.

Y ahí estaba, sentada sobre el estómago de un hombre cuyo rostro conocía demasiado bien, solía temerle, pero ahora, cuando tenía el control, solo podía detestarlo. De su mano escurría un líquido carmesí, que se deslizaba por su brazo y manchaba su piel pálida. Levantó el brazo, sacando su cuchillo del pecho del tipo debajo de ella. Estaba inconsciente, por supuesto, después de las heridas provocadas por la rubia no había forma de que siguiera vivo.

AFTERGLOW / levi ackermanOnde histórias criam vida. Descubra agora