Capitulo 4

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69 horas y 30 minutos.

10: 30 PM.

—¡PASCALE ABRE LA MALDITA PUERTA! —Anthony golpeaba con todas sus fuerzas la puerta del baño del cuarto de Pascale.

—¡Déjame en paz! Voy a llamar a la policía, sé que le hiciste algo a mi mamá —Pascale se había refugiado en el baño de su cuarto.

Anthony no podría entrar por más que lo intentará, el material del que estaba echa la puerta era un tipo de hierro. Pascale recuerda haberla cambiado una vez cuando Anthony tumbó una de las puertas de los baños de la sala cuando ella y su madre se habían escondido ahí.

—¡SI NO ABRES LA MALDITA PUERTA AHORA MISMO VAS A ESTAR EN SERIOS PROBLEMAS! —amenazó Anthony.

—¡NO TE TENGO MIEDO! —Pascale tecleó el número de emergencia en su teléfono— !Será mejor que te vayas de aquí!

911 ¿Cuál es su emergencia?

Los gritos de Anthony se escuchaban de fondo alertando a la persona que quedaba atendiendo a Pascale.

—¿Señorita se encuentra bien? ¿Alguien la está atacando?

—¿Quiero reportar un secuestro? —los gritos de Anthony cada vez eran más fuertes—. Mi madre está desaparecida y creo que mi padrastro le hizó algo.

—¿Señorita cuál es su ubicación?

—La calle 43 de la quinta avenida, pero yo no soy el problema, le estoy diciendo que mi madre está desaparecida.

—¡PASCALE!

—Ya se está enviando una patrulla para allá, pero ¿Quién está con usted señorita?

—Es mi padrastro pero terminó de enloquecer, no me puede hacer nada, lo juro.

—Manténgase a salvó señorita, ya la patrulla debe estar llegando

La llamada se cortó, Anthony seguía tratando de derribar la puerta pero sus intentos eran inútiles, Pascale enserio se esforzó mucho con la puerta. La sirena de una patrulla hizo eco y Pascale sintió morir un poco ¿Dónde estaba su mamá?

—¡¿Qué hiciste Pascale?! —aunque Anthony se había calmado un poco al escuchar la sirena y había dejado de golpear la puerta su voz seguía siendo bastante alta— Vas a arrepentirte de esto.

—¡POLICÍA, ABRA LA PUERTA!

Pascale escuchó como Anthony salió del cuarto y se dirigía a la sala. Abrió la puerta y asomó la cabeza antes solo por precaución, al ver que no había rastros de Anthony se dirigió a la sala y lo encontró hablando con dos agentes policiales, estos al notar su presencia fijaron sus ojos en ella provocando que Anthony hiciera lo mismo.

—¡Tú! —la señaló y empezó a caminar hacía ella—. Maldita perra mentirosa —antes de que Anthony llegará hasta ella se escuchó el seguro de un arma.

—No se mueva señor —advirtió uno de los policías mientras lo apuntaba.

Su compañero entró a la casa y se acercó a Pascale—¿Se encuentra bien señorita? —Pascale asintió—¿Cuál es su emergencia? Porque me habían dicho que reportó un secuestro.

Antes de que Pascale pudiera hablar la voz de Anthony la interrumpió.

—Es una niña con grandes problemas mentales compañero, yo también soy policía, puedo mostrarle mi placa si gusta —Anthony trató de dialogar con el policía.

—Ese señor le hizo algo a mi mamá —señaló a Anthony— está desaparecida, se supone que debió llegar a la casa hace más de tres horas oficial. Sé que él le hizo algo.

—¡ERES UNA PERRA MENTIROSA!

El otro oficial también apuntó a Anthony, el oficial que se había quedado afuera se acercó hasta él y lo tomo por los brazos.

—Va tener que acompañarnos a la comisaría —habló.

Anthony se opuso todo lo que pudo pero igual no pudo con los otros dos policías, ahora iban camino todos a la comisaría y aún Pascale no tenía respuestas de dónde se encuentra su madre.

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68 horas.

12:00 AM.

Pascale estaba sentada en una de las sillas de la comisaría, tenía al rededor de una hora ahí. Estaban interrogando a Anthony, mientras ella esperaba a su tía y a su padre, con este último no deseaba hablar porque tendría que revelar las mentiras que le ha dicho todos estos años.

Unos pasos hicieron eco en la sala y Pascale no tuvo que levantar la vista para saber que eran su tía y su padre. Empezó a transpirar, las cosas iban a ponerse feas.

—Pascale. Cariño ¿Qué pasó con tu mamá? —su padre se había puesto a su altura pero Pascale no lo miraba a la cara— Cariño mírame ¿Te pasó algo?

Pascale empezó a llorar no sería capaz de tener una conversación estable con su padre, se vendría completamente abajo.

Su padre la abrazó.

—Todo va a estar bien cariño, todo va a salir bien.

Pascale negó. Todo iba a empeorar a partir de ahora, ya no habría mentira que la salvará de esta situación.

—Yo lo siento tanto —empezó a sollozar, miró fijamente por primera vez a su padre desde que entró a la sala.— perdóname por favor.

La voz quebrada que salió de su garganta no solo le rompió el corazón a ella, también se lo rompió a su padre.

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Ya se viene lo bueno, estoy tan emocionada de que ya viene todo el drama fuerte.

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Nos leemos pronto.

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