Capítulo 1

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12 horas antes del secuestro.

7:00 am

—Tu papá dijo que iba a pasar buscándote para llevarte a tu práctica —Habló la madre de Pascale mientras terminaba de peinarla— Pascale recuerda que te amo.

—Yo también te amo mamá.

Pascale llegó a su colegio eran las 8:30 de la mañana y sus clases empezaban dentro de 30 minutos.

—Buenos días señor Pedro— Saludó al portero de su escuela y se dirigió al patio del colegio.

Estaba sentada en el patio, le gustaba estar sola. No tenía muchos amigos, los amigos venían incluidos con emociones y Pascale detesta cualquier tipo de emociones. Había crecido muy rápido, era una persona muy madura para su edad, pero cuando las cosas se ponen duras también se pone duro tu corazón.

El timbre sonó y ella trato de despejar todo su sufrimiento, tenía que ser fuerte y no estaba permitido llorar aunque había veces en las que solo quería un hombro para llorar, solo eso...

• • •

—¡Punto! 16-7, el equipo azul gana —habló el entrenador de Pascale dando por terminada la práctica de Voleibol.

Pascale se despidió de sus compañeras y fue directo a cambiarse, al salir la esperaba su padre con un gran batido de fresa y plátano, sus oreos de chocolate y su magnífica sonrisa. Había veces en que Pascale sentía que esa sonrisa llena de sinceridad y tranquila era lo único que la mantenía estable en todo su tornado, él era su punto muerto.

—Cada día lo haces mejor, estoy súper orgulloso de ti.

Yo no pensaría lo mismo.

Pascale se culpaba así misma por lo que estaba viviendo su madre pero ella le prometió tantas veces que no diría nada que no sabe que se le hace más difícil, cumplir esa promesa o mentirle a su familia.

—Haremos el viaje a Suiza en un mes, para celebrar tu cumpleaños allá, será emocionante.

— ¿Y mi mamá? No puedo dejarla sola aquí.

—Pascale ya hablamos de esto —se volteó a verla por un momento— tu madre ya habló conmigo, dijo que estaba bien.

—Bueno... Si ella lo dice.

• • •

¿Dónde estás? Llegué hace 15 minutos...

Estoy en una reunión, llegó en dos horas. Te amo...

Yo también te amo mami ¿Los muchachos pasarán por tí?...

Tengo uno de los carros, llego sola cariño...

Bueno me avisas cuando salgas, Adiós...

Adiós amor...

Los momentos así era los que Pascale amaba, tranquilidad en una casa donde siempre hay gritos es desesperante. Pascale se dedicaba a cocinar, le fascina la repostería y el chocolate era su obsesión. Se dedico toda la tarde a hacer unos panecillos para cuándo llegará su madre.

2 horas para el secuestro.

5:00 PM

Si la vida fuera perfecta no sería vida... Vinimos a este mundo a sufrir esa es la leí de la vida...

—Patrañas —exclamó Pascale, apagando el televisor.

No soportaba ninguno de los estúpidos diálogos de la estúpida novela, ni siquiera sabía porqué la estaba viendo. Ella tenía otro concepto de vida o solo quería escapar de toda esta tortura, vivir una vida normal. No quería ataduras, no quería sufrimiento, busca paz tan desesperadamente que haría cualquier cosa por obtenerla, cualquier cosa...

10 minutos para el secuestro.

7:00PM

—Buenas noches Sra Sofía —exclamó el recepcionista de la oficina donde trabajaba la mamá de Pascale.

—Buenas noches Martín, nos vemos mañana —respondió antes de entrar en el ascensor.

Miró la hora y faltaban 30 minutos para que Anthony llegará a casa, rezaba para que no hubiera tráfico. Odiaba cuando Pascale pasaba mucho tiempo a solas con él, odiaba con todas sus fuerzas no tener el valor suficiente para terminar está relación tan dañina. Era tan dolorosa para ella como para Pascale, no era la vida que su hermosa niña merecía. Se secó las dos lágrimas que lograron salir de sus ojos, nadie podía verla llorar, sería la burla de muchas de sus amigas porque seamos sinceros ¿Cómo una mujer tan exitosa y inteligente dejarían que le pegaran? No sería tan inteligente entonces pero Sofía solo tenía miedo. No sabría descubrir a ciertas la razón de su miedo. Fracaso, soledad o decepción.

Salió del ascensor cuando este marco sótano y se dirigió a buscar su auto, eran las 7 de la noche. El sol ya se había ocultado y la poca luz natural que entraba al estacionamiento había desaparecido, solo siendo alumbrado este por la electricidad interna. Cuando se acercaba a su auto, escuchó pasos, volteó a verificar pero no había absolutamente nadie, siguió su rumbo quiso pensar que talvez podría ser uno de los trabajadores que se quedó hasta tarde pero un mal presentimiento empezó a correr por sus venas. Aceleró el paso y el sonido de sus tacones con el duro asfalto hizo eco en sus oídos, pero los pasos aumentaron, sin querer voltear corrió hasta su carro que estaba a cinco metros pero cuando iba a introducir la llave fue estrellada contra este.

—Shuuuu —declaró el hombre, Sofía no podía diferenciar quién era pero esos ojos verdes le aseguraban que se habían visto antes. El hombre colocó un trapo en la cara de Sofía por más que quiso luchar terminó sucumbiendo ante la oscuridad con un único pensamiento.

Pascale...

***
Hola!!!!
Volví o eso creo...
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