Capítulo 5

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62 horas.

6:00 AM.

Pasaron toda la madruga en la comisaría, Pascale no había hablado mucho con su padre, solo habían hablado lo de la desaparición de su madre, pero su padre no era estúpido. Él sabía que algo más estaba pasando, pero sabía que no era el momento indicado y Pascale se lo agradeció internamente, lo menos que necesitaba en este momento era perder a la única persona que la mantenía estable.

Estaban en esto momentos en la sala de interrogación, los policías querían saber otras cosas sobre su madre, Anthony estaba detenido era el único sospechoso. Corrieron con la suerte de que era otro cuerpo policial y no en el que trabajaba Anthony.

Con estos policías tenía cierto pendientes porque para nadie era un secreto que Anthony era un corrupto de primera.

—Necesito hacerte unas preguntas, pero como eres menor de edad tu padre se quedará en la sala —la detective que estaba llevando el caso se dirigió a Pascale— ¿Estás bien con eso?

Pascale miró a su padre, sabía que si respondía algunas preguntas comprometedoras las cosas se vendrían abajo. Lo perdería para siempre.

—Si, estoy bien con eso —nada que hiciera podría evitar que su relación se rompiera, pero haría todo lo que fuera por encontrar a su madre.

—¿Cómo es la relación de tu padrastro y tu madre? —interrogó la detective.

Pascale la miró, no había vuelta atrás.

—Bueno, como la mayoría de los matrimonios al veces mal y al veces bien —trató de esquivar las preguntas.

—Necesito que especifiques más las cosas Pascale. Sí Anthony le hizo algo tenemos que dar con ella cuánto antes —la detective la estaba presionando, era su trabajo sobre todo.

—Él...

El sonido del teléfono de Pascale rompió la tensión que se estaba formando en el ambiente.

—Lo siento, no sé quién podría ser. Deme un momento y lo pongo en silencio— Pascale sacó su teléfono del suéter que cargaba y palideció al leer el nombre de mamá en la pantalla.— Es el teléfono de mi madre—le explicó a la detective.

El otro detective que también estaba en la sala habló por primera vez.

—Vas a contestar y lo pondrás en altavoz —le indicó a Pascale— ¿Ok?

Pascale asintió, tomó el teléfono, lo colocó en la mesa y contestó activando el altavoz.

—¿Mamá? —trató de que su voz no fuera un desastre pero falló estrepitosamente en el proceso— ¿Aló?

Pasaron alrededor de cinco segundos antes de que otra voz se escuchará a través del teléfono.

—No soy tu madre.

Era la voz de un hombre. Pascale trató de mantener la calma y miró a la detective buscando desesperadamente una ayuda.

La detective le hizo una seña de que se calmara y siguiera con la conversación.

—¿Quién eres? ¿Dónde está mi mamá?— preguntó desesperada Pascale.

— No obtendrás las respuestas a esas preguntas. Lo que tienes que saber es que tu madre está bien, tal vez dentro de poco te deje hablar con ella —hubo un silencio— Mira ¿Pascale no? Bueno, llamaba para decirte que ya no hace falta que te preocupes por tu mamá, ya no la verás más.

—¡No! Espera —Pascale estaba al borde del colapso—, por favor déjame hablar con mi mamá, te lo suplico —rompió en llanto—. Ella es lo único que yo tengo, no tengo a más nadie, traté de cuidarla todos estos años y tú no puedes venir a arrebatarmela.

—Pascale...

—¡No! Anthony la ha maltratado todos estos años y ahora vienes tú a arrebatarmela ¿Crees acaso que yo merezco sufrir todo esto?

Pascale miró por un momento a su padre y en sus ojos se veía rastros de la decepción qué iba creciendo.

—Siento mucho que hayas pasado por todo eso, pero no vas arruinar mis planes. No te preocupes por tu madre que ella está bien.

La iba a perder.

Miró a su padre y Pascale supo que terminaría perdiendo a cualquiera de los dos de todas formas, pero ella preferiría vivir sabiendo que perdió a uno pero que sabe donde está, a perder a uno y no saber nunca más de su paradero.

—Escucha, no puedes llevarte a mi mamá ¿Sabes acaso todo lo que viví estos años con Anthony? —Pascale obtuvo la atención de la persona a través del teléfono y de todas las que estaban en el cuarto—. Viví una tortura toda mi vida, no puedes hundirme más en este infierno.

—Lo sé, pero quiero escucharlo de tu boca —Anthony la presionó.

—Lo sabes —repitió Pascale — ¿Cómo lo sabes?

—Lo que quiero escuchar Pascale.

Pascale respiró, nunca había hablado esto con nadie.

—Anthony le pega a mamá —Pascale miró a su padre y susurró un perdóname que lo sintió hasta la misma detective—, siempre lo ha echo, empezó seis meses después de casarse y fue empeorando con el tiempo ¿Sabes lo que hizo una vez? Destrozó el arbolito de Navidad.

« Mamá había peleado con él así que fuimos a pasar Navidad con la abuela, cuando regresamos a la casa él empezó a discutir con mamá y en uno de sus ataques de irá destruyó el arbolito, frente a mi, frente a mis gritos ¿Sabes que hizo después de eso? Golpeó a mamá hasta dejarla inconsciente. Yo tenía 7 años en ese entonces, era una niña, pero lo peor de todo fue que después mamá lo perdonó, siempre lo hizo, nunca pensó en mi. »

Pascale tuvo que parar un momento.

—Bueno, siento que ni siquiera pensaba en ella misma, pero por favor, devuélveme a mi madre.

—No lo haré Pascale, no la verás más.

******
Nuevo capítulo.

Pascale ya ha contando una parte, pero lo peor aún está por venir.

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Nos leemos pronto.

72 horasWhere stories live. Discover now