Capítulo 7

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Pascale miró a su padre con desesperación, no sabía si debía contestar, pero ese hombre tenía a su mamá.

—Contesta —le ordenó su padre—iré a buscar al agente, salió del cuarto dejándola sola.

El teléfono aún repicaba, se dirigió a él y lo contesto.

¿Aló?

¡Al fin! Pensé que no ibas a contestar la llamada —era ese hombre otra vez— Sabes que tu madre y yo tenemos un problema, pero creo que tú serás de gran ayuda para resolverlo.

—¿Qué le estás haciendo a mamá?

—Todavía nada, pero tendré que hacerlo si no obtengo la respuesta que quiero me veré obligado a usar métodos drásticos —amenazó.

A Pascale se le paró el corazón, ese hombre iba lastimar a su mamá. Iba a suceder otra vez.

Esto es una pesadilla.

No le hagas nada a mamá, por favor.

El agente Dip entró al cuarto junto con su padre y su tía, el agente le hizo una seña indicándole que pusiera el teléfono en altavoz.

¡Pascale no le hagas caso! la voz de su madre se escuchó al fondo.

¡Silencio! —se escuchó un golpe en el fondo.

¡No! —Pascale empezaba a derrumbarse— por favor no le hagas nada, te lo suplico ¿Qué es lo que quieres saber? Yo te lo diré —sentía que le faltaba el aire.

¿Por qué no eres igual de colaboradora que tu hija? Ya entiendo porque recibías esas palizas—cse dirigió a su madre— bueno. Pascale, tú madre se niega a decirme cuando empezaron los maltratos de su exesposo, pero tú debes saber los detalles de todo.

Pascale respiró, los recuerdos inundaban su mente. Nunca los olvidaría, los llevaba grabados en la piel como una cicatriz que no desaparece.

No sé si antes de que se casarán esas cosas ya pasaban, solo sé que presencié la primera seis meses después de la boda. Estábamos en la casa, yo estaba en mi cuarto cuando escuché que peleaban, salí para verificar que todo estaba bien cuando Anthony golpeó a mamá, fue la primera vez que lo ví, nunca lo olvidaré. Recuerdo haber gritado hasta desmayarme, estaba completamente asustada, aún lloro por la noches con ese recuerdo, ese fue el principio de la tortura, nunca paró con el tiempo empeoraba —Pascale tomó una pausa para bajar el nudo de su garganta, respiró y continúo hablando.

« ¿Sabes que fue lo peor de todo? Mamá lo perdonó, me acuerdo que ella dijo que nunca pasaría otra vez. Recuerdo que me hizo sentarme en la misma sala que Anthony y fingir que no pasaba nada, yo estaba muerta del miedo, estaba aterrorizada, no dormí por noches, me costaba dormir y siempre sentí que a mamá no le importó nunca como yo me sentí. Siempre lo perdonó, una y otra vez, era un patrón. Discutían, él la golpeaba, yo lloraba y ella lo perdonaba, un ciclo sin fin. »

Pascale paró. Las lágrimas corrían por sus mejillas, no solo el captor de su madre la había escuchado, su padre, su tía y un agente habían escuchado, pero eso no era nada, era solo una parte de su infierno y ese infierno contaba con demasiados pisos.

Eso es realmente patético Pascale trataba de reconocer la voz pero su memoria no hallaba a nadie—, siento mucho que tuvieras que pasar por eso ¿Por qué nunca dijiste nada?— había tocado un punto débil.

¿Por qué Pascale nunca dijo nada?

¿Qué le impedía decir lo que estaba pasando con Anthony y su mamá?

Ella no tenía nada que perder.

Entonces ¿Por qué nunca dijo nada?

No lo sé ¿Miedo? Tal vez o ta lvez estuve esperando que mamá abriera los ojos por ella misma. Hay veces en que la presionaba, pero mamá lograba meterme en su juego psicológico de “El va a cambiar” ¿Y sabes qué?— Pascale se dirigió a Marcos— Nunca cambian, esas personas no cambian. Anthony iba a matar en cualquier momento a mamá e iba a matarme a mí en el proceso.

Hubo un silencio incómodo, doloroso y profundo.

¿Cómo vas a meter a tu hija en ese infierno mujer? —no se estaba dirigiendo ya a Pascale sino a su madre— ¡Es una niña!

Se pudo escuchar el sollozo de su madre y Pascale entró en pánico.

—¡Déjala! ¡No le hagas nada! Ella no tiene la culpa, es una víctima al igual que yo, pero es mi culpa. Yo soy una cobarde que nunca dijo nada, nunca la ayude.

—En eso tienes razón. Nunca la ayudaste, por eso no vas a verla más —la llamada se colgó.

—¡No!  Pascale trató de volver a llamar pero nadie contestó— ¡Tiene que hacer algo! —se dirigió al agente.

El agente volvió a hacer una llamada a la comisaría explicando lo que había pasado y le dijeron que era mejor que volvieran a la comisaría.

En todo el camino Pascale no dejó de pensar si las palabras del hombre desconocido eran verdad.

Tal vez no merezco a mamá.

Pude haberla ayudado todo este tiempo.

Soy una cobarde.

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Nuevo capítulo!!!!!

Recuerden votar y comentar para que la historia llegué a más personas.

En los próximos capítulos Pascale va ir averiguando la identidad de Fabio, pero creo que primero tendrá una conversación con Anthony.

Los quiero mucho y nos leemos pronto.


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