Uno

4.9K 368 73
                                    

Cuando llegó a la entrada de la aldea, no supo si debería seguir adelante o si, en cambio, debería retornar a la profundidad del bosque.

De una cosa Sasuke Uchiha estaba seguro. No quería volver a su estilo de vida de antes. Lo odiaba. Casi tanto como repudiaba saberse añorando el pasado.

No, no era el pasado lo que en realidad echaba de menos, sino a alguien. A la luz de sus lóbregos ayeres.

Sostuvo la misiva frente a él. Aquella carta que le había sido enviada días antes y, en la cual, se explicaba el motivo por el que se solicitaba su presencia a la brevedad posible.

Un golpe.

Al principio, creyó que se trataba de una estupidez. Sabía que Naruto ocupaba actualmente el puesto de Hokage. Y muy dentro, se alegraba por él. Entendía que el Uzumaki se había ganado esa posición que tanto había anhelado en su vida. Tanto esfuerzo tenía su recompensa. Empero, la situación alarmante concernía a su actual estado.

Una conmoción. Naruto había sido herido en campo abierto por un ninja cuya identidad aún se desconocía.

Afortunadamente, Naruto se encontraba estable. Pero había algo más. Sasuke estaba seguro de que el mensaje que le había sido enviado no contenía toda la información referente al estado de salud del Uzumaki.

Por un lado, se preocupaba por él. Y por el otro, su parte egoísta se molestaba al pensar que tendría que hacerse temporalmente con el cargo. Aquel idiota lo había nombrado como su suplente en caso de que le ocurriera algo.

Ironías de la vida.

Quizá en algún momento Sasuke había querido tomar ese papel. Pero ahora era lo último que tenía en mente.

Sentía que las desiciones de los últimos años, habían sido actos deliberados por evadirse, tanto a él mismo, como a lo que quería en la vida.

Se había casado con Sakura. Tenía una hija con ella. Y sin embargo, no era feliz en lo absoluto. Por eso se había marchado, para poner sus sentimientos en orden, para escapar a la esclavitud de las responsabilidades que implican ser padre y esposo.

Cuando entró al hospital, Shizune lo condujo hasta la camilla donde yacía recostado el Uzumaki. Dormía apaciblemente, y llevaba una venda en la cabeza.

-¿Cómo se encuentra?- preguntó sin volverse a la fémina. Ya había reparado en la angustia impresa en sus pupilas.

Shizune le mostró el pergamino dónde Naruto lo nombraba sucesor. Allí figuraba su firma. Sin embargo, Sasuke no comprendió la razón de que lo tuviera consigo.

-Cuando Naruto recuperó la consciencia, le fue avisado que se solicitaría tu presencia.

Sasuke asintió, instandola a continuar al ver que la fémina se quedaba repentinamente callada.

-Bueno, él...

-¿De qué se trata?- se desesperó. Le hacía perder el tiempo. Si Naruto estaba bien, no necesitaban de su presencia en Konoha.

-No te recuerda.

Hasta que me recuerdes. Where stories live. Discover now