Tres

2.3K 221 55
                                    

La helada brisa nocturna mecía su oscuro cabello al compás de las copas de los árboles. Esa noche era mas fría, lúgubre y solitaria que las anteriores. Y pese a que ya era muy tarde, él sostenía que Naruto se presentaría. Los contratiempos tendían a surgir pero no representaban impedimento alguno para aquel sol que, actualmente, lo tenía mas confundido de lo que ya estaba.

¿Serían acaso sus sentimientos pasados o realmente surgían unos nuevos?

Sasuke no estaba seguro de la respuesta. Fue por ello que noches atrás decidió hacer algo más, algo impropio, indigno y ridículo...le había besado. A él, quien alguna vez fuera su mejor amigo y primer amor. Se atrevió a robarle un beso, uno simple y corto, uno vacío y frío. Un beso que pretendía demostrar el hecho de que no sentía nada.

Pero, contra todo pronóstico, se había equivocado. Si había sentido algo con el incipiente beso, cuando Naruto correspondió a sus labios, un repentino calor surgió entre ellos, una llamarada que se extendía por todo su cuerpo, enviándole ligeras descargas de una emoción por demás conocida para el Uchiha.

Naruto Uzumaki había vuelto a despertar en él, sentimientos que creía en el olvido, muertos.

Cuando lo veía sonreír, algo en su interior se revolvía con brío. Y sentía más ganas de besarlo, de llegar a extremos en los cuales nunca antes había estado. Quería rebasar ese límite.

Más no estaba dispuesto a admitirlo. Fue su impulsividad la que lo llevó a actuar indebidamente y en contra de sus principios, besando a Naruto, el actual Hokage, su líder, antiguo compañero de equipo y con quién solía discutir a diario.

Irónico. 

¿Qué dirían los aldeanos si llegaban a enterarse?...

¿Qué diría Sakura?

Conociendole, era por demás seguro que lo mandaría a castrar antes de permitir su tórrido idilio. 

-¡Sasuke....!

El sonoro grito lo sacó de sus cavilaciones rápidamente. Sasuke descendió del árbol cuando vio al joven acercándose a él a toda carrera, sudando copiosamente y con aquella mirada cansada.

Naruto ensanchó una sonrisa radiante al verle. Su ritmo cardíaco estaba fuera de control. Poco había faltado para que no pudiera acudir al entrenamiento, pero lo había conseguido. 

Camino hacia alli, Naruto había estado pensando seriamente en lo que diría cuando se encontrara con Sasuke pero su mente se quedaba en blanco otra vez. 

Sasuke le había recomendado descansar algunos días y, aunque en un comienzo Naruto se había rehusado, terminó accediendo. Era demasiado complicado y exhaustivo el tener que entrenar dos veces en un día. Además, Shikamaru no dejaba de presionarlo, insistiendo en que debía recuperarse pronto y retomar actividades por el bien de toda la aldea. 

-Llegas tarde...- Sasuke caminó escueto hasta los troncos para practicar tiros. Naruto lo siguió rápidamente.

Días antes lo había besado y ahora actuaba como si nada hubiera ocurrido ¿Debía hacer lo mismo?

-No volverá a ocurrir.

-Eso espero- sentenció Sasuke con acritud, tratando de forjar fallidamente la barrera entre ellos, sin conseguir más que una sonrisa boba a cambio. Naruto era tan impredescible e ingenuo que no se daba cuenta de nada.

-¿Practicaremos lo mismo de antes?- casi instantáneamente, Naruto se cubrió la boca con ambas manos. No por la euforia de su cuestionamiento, sino por el imprudencial doble sentido presente en el mismo. 

Hasta que me recuerdes. Où les histoires vivent. Découvrez maintenant