Hisoka Morow

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Género: Thriller - Romance

Advertencia: +18


Llevaba días sin poder descansar correctamente, habían pasado semanas desde que se acabaron las pastillas para dormir y no había conseguido reunir el tiempo suficiente para poder comprarlas. No era lo que más le preocupaba, de hecho, tenía varios problemas en esos momentos y el dormir era lo último que le interesaba.

Cada día cuando salía de su hogar al trabajo y viceversa; tenía la sensación de que alguien la seguía pero nunca podía saber quién era. Quizá se estaba volviendo loca y empezaba alucinar, no podría saberlo del todo.

Con pereza había llegado al centro de salud en donde trabajaba, era médica y tenía una larga jornada de trabajo. Se preparó mentalmente antes de entrar por completo al ajetreo de aquel sitio.

Vamos ____, tú puedes. El tiempo pasa rápido, el tiempo pasa rápido.- Se repetía en su cabeza hasta que nuevamente sintió la presencia, pero esta vez estaba más cerca de lo normal. Le resultaba extraño, ya que en el camino no le había dado signos de vida su posible acosador (lo cual no le molestaba, le encantaba)

Olvidó la presencia del otro cuando escuchó gritos de dolor en la sala de emergencia, a pasos rápidos se apresuró y pudo observar a un joven de unos aproximados 20 años. La escena era terrorífica, sus brazos estaban amputados y salía sangre, la mayoría de los que se encontraban allí no entendían nada y con rapidez empezaron a tratar de detener el sangrado. Los minutos pasaron, el chico no pudo sobrevivir y los pacientes que se encontraban en la sala estaban en completo pánico, las enfermeras y los demás médicos siguieron atendiendo a la gente, pero inevitablemente los policías llegaron al sitio mientras trataban de sacar información al respecto.

Pronto pudo ver cómo se acercaban a un chico alto, con cabellos rojizos y peinado de una manera particular. Ya lo había notado antes, su piel pálida como las paredes en el hospital lo resaltaban y el hecho de que tuviera unas figuras en su rostro lo hacían más extraño, junto a su vestimenta peculiar.

Mantenía un rostro impasible, mientras mostraba un poco su aparente brazo roto. Pudo notar que realmente no lo estaba, ese brazo estaba completamente bien. Tan pronto como los oficiales se alejaron, sus pupilas cruzaron con las de ella, un gran escalofrío pasó por su cuerpo cómo respuesta, pudo notar una leve sonrisa surcando los labios del pelirrojo, movió su mano libre saludandome mientras que su boca pronunciaba un hola

Tratando de no prestar atención a lo otro, salí de allí por un leve descanso. Necesitaba café. No tenía problema alguno, a los médicos fueron los primeros en interrogar los policías.

Estaba cansada, con una mano empezo a tocar su rostro en forma de frustración. Era normal perder pacientes, en urgencias siempre es lo común pero aún así nunca se terminaba de acostumbrar. Tomando el café de rapidez, trató de entrar al sitio, de no ser porque unas largas y frías manos agarraron su cuerpo, jalandola con fuerzas a los baños, soltando un jadeo de sorpresa trató de observar a la persona que le sostenía.

Mi pequeña fruta, sí tratas de gritar no seré amable contigo.— Pronunció una voz de un hombre, sólo atinó asentir levemente con la cabeza al notar algo punzante en su estómago.

Sintiéndose libre al notar como las manos del desconocido abandonaba su piel y pronto observó al chico de la sala de emergencias. Ya no llevaba consigo el pedazo de tela con la que sostenía su brazo "roto". Examinó cómo él también había comprendido y sólo la miró con diversión

Oh, ya veo. Qué torpe fui. ¿Te diste cuenta de esto?— movió su brazo con rapidez. Bajó su torso para llegar a su altura, era más alto que ella por varios cm. —Hace mucho tiempo que nos conocemos, pequeña fruta. Sigues siendo tan linda de cerca.

Type x Of x Boyfriend's - HxHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora