Si no eres una persona que empatiza con la comunidad, te recomiendo que te retires y no dejes comentarios llenos de transfobia. ☆
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El descubrimiento empezó desde tu adolescencia, pero lo sabías desde que eras un niño. Desde pequeño veías a los demás chicos y te sentías uno de ellos. Tu familia no te aceptó y te trató como si estuvieras enfermo, te dolía, pero cuando cumpliste los 18 no tuviste otra opción además de irte de ese lugar.
Había pasado un año desde entonces, trabajabas en un pequeño restaurante y vivías en un pequeño departamento, pronto habías empezado tu tratamiento hormonal, lo cuál con ayuda de tu binder y algunas ropas anchas, te veías con apariencia de chico. Te sentías más cómodo cada día más con la idea de que por fin te habías encontrado, sólo esperabas conseguir el dinero suficiente para hacer la cirugía de reasignación de género.
En el restaurante; uno de nuestros clientes frecuentes era un joven de cabellos rubios y mirada nostálgica, con quien pronto me hice cercano aunque no lo suficiente para preguntarnos acerca de nuestras vidas privadas. Me parecía atractivo, pero era más que claro que a él no le interesaba el romance.
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—¿Quieres lo mismo de siempre?
—Sí, gracias... Disculpa si te molesto, pero podrías salir conmigo un día de estos?— su pregunta me tomó por sorpresa, al ver mi expresión facial se corrigió. —cómo amigos, claro. No pienses nada raro.
«amigos, claro, era obvio... ¿era necesario bajarme el ánimo de esta forma?»Te preguntaste internamente, mordiendo tu labio mientras le gritabas al chef del lugar por el pedido de tu pequeño crush.
—Claro, de hecho, en una hora se acaba mi turno.— contestaste finalmente y él sólo pudo asentir brevemente. En unos minutos después de comer, salió del restaurante y tú esperabas terminar tu turno.
Habían pasado 5min desde que acabó tu horario, eran cerca de las 10:05 PM, no veías rastro alguno del pelirubio, por lo qué, decidiste irte.
—¿_____?, ¿eres tú?— Esa voz que tanto te hizo sufrir, ahora pronunciaba sin vergüenza alguna tu deadname.—
