so ⇢ 𝒚𝒆𝒐𝒏𝒃𝒊𝒏

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Capítulo 1: Heartbeat

El Delicious Hit contaba con una variedad enorme de sabores helados. Desde lo más común a lo más excéntrico, un amplio y estético menú te ayudaba a escoger y probar más de dos sabores en una gran copa. Y si te habían llevado a una cita pero sufrías de hipersensibilidad dental, entonces había un apartado perfecto para ti y hacer de tu visita a la heladería algo delicioso e inolvidable. De esa manera el pequeño local había forjado su propio camino firme, en el que día a día el pedido más básico  era una copa infantil, que de todas maneras incluía como mínimo dos sabores, chispas y salsas. Por eso, cuando el desconocido cliente sólo pidió una copa de helado de vainilla, fue sorprendentemente impactante. 

— ¿Quiere agregar algo más? — sintió la urgencia de consultar. 

— No, helado solo está bien. — asintió sin más, no encontrando la necesidad en anotar algo aparte de mesa 4-copa de vainilla. 

Desde su lugar detrás de la caja, lo observaba con curiosidad. Nunca lo había visto por los sectores, mucho menos en la heladería. Captaba completamente su atención con aquella energía melancólica que lo envolvía y parecía hundirlo cada vez más. ¿Así de extraño se había sentido el señor Bang cuando lo conoció?

— Junnie, ¿puedes llevar tú los pedidos a las mesas?

— Claro.

Respondió sin tardar demasiado, tomando con gran facilidad las bandejas a entregar. Cada paso dejaba cierto aire de pureza, amabilidad y sencillez tras él, consiguiendo una sonrisa de cada comensal. Se fijó en la copa de helado sobre el mesón y la pequeña bandeja en que se encontraba el pedido de la mesa 4. Miró una vez más hacia él, confirmando su número y la deprimente situación. Se apresuró a tomar un lápiz y una servilleta para escribir rápidamente en la esquina.

please smile :)

Satisfecho con su trabajo, acomodó todo en su lugar para llevarlo con el cliente. Cada paso rebosante de armonía lo acercaba a su posición, teniendo frente a sus ojos la espalda encorvada del castaño. Se plantó frente a él, curvándose también él para acercar su helado al joven. Se aseguró de dejar la servilleta y el pequeño mensaje a simple vista, sonriendo levemente antes de volver tras el mesón. Se fue a la esquina contraria con rapidez y esperó con ansiedad a que el desconocido viera la nota. Sintió los latidos de su corazón fuertes y claros cuando lo vio tomar el papel entre sus manos y acercarlo a su rostro. Mordió la uña de su pulgar expectante a una reacción, la cual llegó un segundo después. Un pequeño movimiento curvó ligeramente sus comisuras, mas no sabía si había sido una sonrisa o un puchero. Bajó ambas manos, apretándolas a los costados de su cuerpo con frustración. ¿Por qué no sonreía? ¿Por qué lo notaba tan triste? Lo observó cada tanto mientras él, completamente ido, seguía llevándose pequeñas porciones de helado a la boca, las cuales degustaba por largo tiempo antes de recibir otra cucharada entre sus labios. Yeonjun no podía evitar sentirse un tanto preocupado. Desconocía su nombre, desconocía su historia y cómo había llegado hasta la heladería. Él era un total desconocido, pero realmente su corazón pesaba de sólo verlo en tan triste situación.