♕ Capitulo 23 ♕

10.2K 715 58
                                    

POV.AKELA


Habían pasado los días, había regresado a mi casa hace un par de días Liam no se quería separar de mí, Amón por su parte parecía estar más feliz ya que él y Liam poco a poco habían recuperado un poco de la relación que tenían antes de que mi peque se enterara de que Amón era su padre.

Me dedicó a mirar el techo, la puerta de la casa es abierta, Liam que se encontraba dormido a mi lado se despertó tallando sus ojitos, se quedó mirando un punto muerto con su vista perdida, parecía que, aunque su cuerpo estuviera despierto su conciencia aun no lo hacía.

-Akela tu perro pulgoso no me quiere dejar entrar- gritaron desde el pasillo, la puerta fue abierta abruptamente y Erick entro casi corriendo aventándose a la cama.

-ven aquí remedo de brujo - Amón entro detrás de él persiguiéndolo, al ver que se aventó a la cama se apresuró a tomarlo de los pies para intentar tumbarlo.

-Akela ayuda, me está intentando asesinar, no puedes dejar que esta cara bonita muera a manos de ese perro pulgoso... ¡Akela!- Erick se aferraba a la esquina de una cama.

-ven aquí brujo estúpido, donde quedó aquella actitud con la que te atreviste a amenazarme diciendo que alejarías a mi familia de mi -

- ¡se fue cuando intentaste golpear mi rostro! -

-ambos cálmense ya- Amón dudo algunos segundos, pero al final soltó a Erick y este después de uno segundos se sentón en la orilla de la cama.

- ¿enserio regresaras con él a su manada? - pregunta Erick mirándome con ojos de cachorrito.

-sí, el alfa no puede estar mucho tiempo fuera de su manada- Erick al escuchar mi repuesta se cruzó de brazos pensando un poco.

-bien iremos con ustedes- declaró Erick mirándome a mí y luego a Amón.

- ¿Qué?¡No! - Amón me mira pidiendo que diga algo.

- ¿lía sabe sobre esta decisión? - pregunto mientras Liam me abraza cerrando sus ojitos de nuevo.

- sí, ya habíamos platicado de esto y ella está completamente de acuerdo- Amón al escuchar aquello mira hacia otro lado algo molesto.









[...]




[...] 










Los días habían pasado, el día de regresar a aquella mansión al fin había llegado, mucho más pronto de lo que tenía previsto, en un par de horas por fin amanecería, demasiadas preguntas llegaban a mi cabeza ¿Cómo están Alexa y Nick? ¿que habrá cambiado en estos años?

Tantas preguntas golpeaban mi mente que me encontraba perdida en mis propios pensamientos, cuando por fin pude concentrarme en lo que estaba haciendo, miré la ropa de Liam cuando apenas era un bebé recién nacido, cuando era tan pequeño que aún no podía abrir sus ojos y solo el llanto salía de su boca.

Unas manos me tomaron de la cintura sentándose detrás de mí, tocó suavemente la pequeña ropa que tenía entre mis manos, pude escuchar un suspiro suave lleno de tristeza, esta vez quitó la ropa de mis manos y la apretó contra las suyas por algunos segundos, recargo su frente en mi espalda, trate de moverme, pero Amón me abrazo.

-solo quedémonos así unos minutos por favor- pidió en un tono muy suave y bajo, dejé de moverme cerrando los ojos y disfrutando el momento, cada vez el abrazo se volvía más fuerte como si temiera que saliera corriendo.

- no volveré a irme, ¿puedes aflojar un poco la fuerza del abrazo? a este paso me quedare sin aire- Amón que parecía estar muy sumido en sus pensamientos al escuchar mis palabras dejó aplicar la fuerza que inconscientemente estaba aplicando en el abrazo.

-promételo... - Amón mantuvo un silencio por algunos segundos - prométeme que no volverás a dejarme-

-lo prometo, pero tú también debes prometer que no me ocultaras nada -

-lo prometo por mi vida, jamás te ocultare nada- Amón paso sus labios donde se situaba la marca, apreté mis labios uno contra el otro cerrando los ojos.

Dejó algunos suaves besos en donde se situaba la marca, sus labios subieron poco a poco por mi cuello, entre sus labios tomó el lóbulo de mi oreja jugueteando un poco, me levanté para luego volverme a sentar, pero esta vez mirándolo de frente.

Su mirada se dirigió a mis ojos perdiéndose en ellos por un momento, bajó su vista a mis labios y sin esperar más atacó mis labios con los suyos, nuestros labios encajaban a la perfección mientras bailaban uno sobre el otro profundizando cada vez más aquel beso.

Poco a poco íbamos descendiendo acostándonos completamente en la cama, las manos de Amón se dirigieron a la parte inferior de mi blusa quitándola suavemente, tocó delicadamente mi abdomen, acaricio mi espalda, subió ligeramente sus manos para desabrochar el sostén, al lograrlo aprisiono uno de mis pechos en su mano masajeándolo suavemente, giró su cuerpo de manera que el quedara arriba.

sus besos bajaron poco a poco hasta llegar al otro pecho, lambió ligeramente el pezón, solté un gemido sin poder retenerlo más, una sonrisa traviesa cruzó por sus labios al escucharme, siguió en mis pechos por unos minutos, una de sus manos volvió a descender hasta llegar al dobladillo del pantalón, lo desabrocho.

Se levantó de la cama y quitó su camisa para hacer lo mismo con su pantalón y su ropa interior, mi cuerpo estaba realmente caliente, solo podía observarlo mientras mí excitación era más que notable, mordí ligeramente mi labio inferior.

Sus manos volvieron al dobladillo de mi pantalón ayudándome a quitarlo al igual que con mi ropa interior, sobo uno de mis muslos dejando un chupete en él, volvió a subir hasta mis labios y los atacó con lujuria, una de sus manos descendió hasta mi vagina estimulándome un poco, gemí un poco más alto al notar el contacto de sus frías manos en esa zona.

Pasé una de mis manos hasta su espalda, mientras con la otra acariciaba y jugueteaba con su cabello, sus ojos conectaron con los míos, Amón dio un pequeño gruñido al ya no poder aguantar más la excitación, se colocó entre mis piernas, y se introdujo delicadamente hasta que nuestros cuerpos se unieron completamente y por fin volvíamos a ser uno. 



El Regreso del AlfaWhere stories live. Discover now