❦ Capítulo 09 ❦

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Un poco tardía la dedicación, pero con mucho mucho cariño, bella. Muchas gracias por apoyarme con cada proyecto ♥️
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De acuerdo, Jungkook estaba listo para perder la cabeza.

Más de una semana.

Más de una jodida semana había pasado, según sus cálculos, y aún no recibía ningún tipo de noticia de su estado actual. No recibía instrucciones, no tenía ninguna amenaza de muerte inminente, ni informes de lo que pasaría con él, mucho menos información de lo que estaba pasando afuera.

No tenía ni una sola idea de lo que sucedería.

Podría haberse desatado una pandemia mundial fuera de las paredes de esa habitación y él no tendría idea, ¡porque nadie le decía nada!

Naturalmente, su mente no había parado de trabajar: desde los escenarios más locos y fantásticos, hasta los más lógicos y racionales. Tenía pequeñas pistas desde su lugar en una habitación del tercer piso y trataba de sacarles el mayor provecho posible con el fin de calmar a su desordenada mente.

En resumidas cuentas, la mejor teoría que tenía hasta el momento es que había sido secuestrado por un grupo de crimen organizado; si las salidas a media noche y las cajas llenas de armas le decía algo.

En otras palabras, por la mafia.

Vaya suerte.

Lo extraño era su papel en medio de toda esa organización, y lo que era aún más extraño es que todos parecían tenerle alguna especie de miedo, lo cual no tenía ningún sentido.

En ese lugar había visto alfas con brazos tan gruesos como un muslo completo, cicatrices feroces en sus cuerpos y tamaños como nadie que hubiera visto... era un poco envidiable, si era honesto.

Sin embargo, eso no parecía valer, ya que era casi imposible que alguno de esos hombres o mujeres hicieran contacto visual con él desde la ventana; era como si todos lo evitaran y si de casualidad alguien miraba hacia allí, sus ojos inmediatamente se dirigían a cualquier otro lugar con alguna emoción parecida al terror en sus acciones.

Por otro lado, la doctora Minzy, la cual era la única que no tenía miedo en acercarse y hablarle, había dejado de ir y en su lugar una omega era la encargada de darle su comida, siempre al mismo horario y sin darle una mirada de más, ni una palabra tampoco. Su bandeja era entregada en la mañana, tarde y noche, y era acompañado por la misma chica al baño y a las duchas; pero nada más, ni una sola interacción fuera de su habitación.

A pesar de todo eso, no estaba del todo mal... como si el hecho de que empezara a pensar en esa habitación como suya, no fuera preocupante.

Sin embargo, sus necesidades básicas estaban atendidas, le habían dado una cobija de más, ayudando al frío que lo atacaba constantemente debido a la brisa del mar y a pesar de la falta de interacción social, no se sentía triste al respecto, no era muy sociable para empezar.

Y tampoco era como que él había dicho o intentado decir una palabra; no obstante, no parecía realmente necesario. Lucía como si cualquier cosa que dijere fuera a ser ignorada o en el peor de los casos, usada en su contra; así que prefería callar hasta no poder soportarlo más.

Sólo le quedaba pasar el día en espera y gastar su noche en angustia.

¿Había pensado en escapar? Un par de veces, pero las palabras de Minzy seguían como pintura fresca en su inconsciente. Además, en el área que podía ver abajo, junto con los otros dos edificios, solía estar demasiado lleno de personas como para poder pasar desapercibido; todos parecían conocerse y llevarse bien, por lo que notarían de inmediato que él no pertenecía ahí.

❦ Lo que trajo la lluvia  ❦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora