❦ Capítulo 07 ❦

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Jungkook sólo tuvo que abrir sus ojos un poco para darse cuenta de que, lo que había pasado, no había sido simplemente una pesadilla.

Los rayos del sol que ahora entraban por la gran ventana del espacio, serían sólo parte de un sueño para su barato apartamento sin ventanas, y definitivamente la habitación en la que se encontraba era diferente al diminuto cuarto en donde vivía.

Además, su cuerpo era testigo del trato recibido el día anterior, si es que había pasado un solo día, ya que absolutamente todo le dolía. Parecía que hasta respirar era una tarea difícil en su magullado cuerpo; y su omega también se encontraba herido y gimoteaba con tristeza en él.

Sin tratar de moverse demasiado, escaneó con rapidez la habitación en la que se encontraba y suspiró un poco tranquilo al encontrarla vacía. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que su sensación de tranquilidad, simplemente era una pequeña ilusión en la locura que estaba viviendo en ese momento.

Intentó inhalar profundamente una y otra vez, repitiendo los ejercicios de respiración que había leído en un libro en el pasado, con el fin de evitar gritar o tener algún otro ataque de pánico. Fue sólo cuando su corazón se calmó lo suficiente, al punto de que no golpeaba estruendosamente en sus oídos o latía con fuerza en su pecho, que se sentó en la cama, preguntándose distraídamente cuándo había tomado la sabana en primer lugar.

Sintió su garganta seca y en el momento en que lamió sus labios, se dio cuenta que los mismos estaban heridos. Observó un poco sus brazos los cuales contenían manchas verdes, amarillas y moradas debido a los golpes y sintió su pecho apretarse ante los recuerdos y la sensación de impotencia.

Luego de calmarse un poco más, intentó sentir la parte de su abdomen, en específico sus costillas, que era donde más le dolía y ahogó un gruñido al tocar un moretón en la carne tierna. Mas ese mismo dolor le sirvió como una distracción, no muy placentera, pero útil para la terrible náusea que se empezaba empozar con más ahínco en el fondo de su estómago.

Qué paliza le habían dado.

No recordaba demasiado, si era honesto, y no sabía sí debía agradecer ese hecho a los cielos, ya que prácticamente todo había sido dolor, dolor y más dolor antes de que todo se volviera negro.

No obstante, recordaba perfectamente unos ojos amenazadores, pero a la vez protectores para con él... ¿Acaso un alfa lo había rescatado? No lo creía posible, si recordaba experiencias pasadas con algunos alfas, pero ¿de casualidad, estaba en casa de esa persona en ese momento? ¿Qué iba a pasar con él?

¿Qué podía esperar ahora?

Una pregunta tras otra empezó a hacer un fuerte e ininteligible cuchicheo en su cabeza y pronto sus propios pensamientos, y distintos posibles escenarios, empezaron a nublar su vista, casi provocándole una fea crisis de nuevo; su respiración se aceleró y su propia piel parecía incomodarle con cada segundo que pasaba.

No obstante, un par de toques en la puerta lo hicieron reaccionar y cortaron el giro de sus pensamientos antes de que fuera un poco tarde. Se quejó cuando sus hombros brincaron de la sorpresa y, a pesar del dolor en su cuerpo, Kook puso todo de sí con el fin de enderezarse en la cama y enfrentar lo que sea que venía; no sin antes tragarse un gemido de dolor en el proceso.

Alguien desconocido entró por la puerta.

— ¡Oh! — Dijo la voz femenina, realmente sorprendida por la expresión de sus ojos y la cautela en sus movimientos. — Estás despierto, ¿cómo te sientes?

Jungkook no esperaba exactamente una pelea en el momento en que se abriera la puerta, pero también estuvo sorprendido por la diferencia en el trato, considerando lo que había pasado antes.

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