❦ Capítulo 06 ❦

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Te daría mil besos y abrazos si pudiera ♥️
Deseo que vengan días llenos de felicidad para ti y todos los que lean esto. No olviden que son más fuertes de lo que creen.
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— Tu nombre es Jungkook, ¿verdad?

La pregunta se escuchó en la fría habitación, sin embargo, el silencio que le siguió fue lo que se perpetuó.

Un silencio cargado y oscuro, en el que los ojos ónix del chico se encontraban con los contrarios, esas piedras preciosas verdosas que demandaban una respuesta y que aseguraban quedarse hasta conseguir una.

Taehyung, sintiendo el depredador viviendo en él moverse de un lado a otro intranquilo, observó a su presa con cuidado. Jungkook tenía una pose sumamente defensiva, principalmente debido al terror, y la forma en que sus nudillos se encontraban blancos, demostraban la fuerza con la que empuñaba las sábanas claras.

El olor a miedo era palpable en el aire, agrio y potente, viniendo del tembloroso cuerpo.

El alfa siguió esperando una respuesta, sus manos estaban guardadas en sus bolsillos y aunque él estaba más relajado que el chico, había algo en su núcleo carcomiéndoloentre más lo miraba. Al no obtener una contestación, finalmente su paciencia se acabó y tomó un paso al frente que inmediatamente fue reprendido por un pequeño gruñido por parte del lobo frente a él.

La sorpresa fue grande y tomó un minuto reponerse, porque, carajo, él era el alfa. Un alfa puro. Un beta no tenía ningún derecho en tratar siquiera de intimidarlo, mucho menos de gruñirle.

No obstante, viendo el cuadro grande su respiración se volvió profunda y se dio cuenta que el chico no estaba buscando alguna clase de pelea, lo que buscaba era protegerse y eso, por alguna razón, revolvió un tierno sentimiento dentro de él.

No estaba seguro si le gustaba la calidez en su pecho.

— ¿Quieres que repita lo que dije? — Preguntó con voz grave, la cual aún seguía siendo más suave a la que normalmente usaba y eso lo asombró hasta a sí mismo. — No voy a lastimarte, Jungkook.

Y, a pesar de sus palabras, cada uno de sus movimientos eran medidos por afiliados ojos color noche.

En el momento en que tomó otro paso y el beta volvió a gruñirle, su alfa no resistió el desafío y su labio se pellizcó en una esquina con un sonido amenazador, bajo e intimidante, el cual hizo que el chico parara y se congelara en el lugar ante el brillo de sus afilados colmillos.

« No tan rudo ahora. », pasó por su cabeza, pero pronto amonestó a su alfa por sus acciones y su poco control sobre ellas.

Maldito orgulloso.

Taehyung pensó que había jodido su intento de acercamiento, junto con la idea de platicar y hacer la propuesta que debía, por su altivo y orgulloso alfa y lo confirmó cuando un sonido, un lamento herido, salió de la garganta del otro haciéndolo encogerse más contra la pared.

— Hey. — Susurró en voz calmante, cerrando la distancia que los separaban con sus largas piernas que cruzaron la estancia en sólo un par de pasos. El miedo y la incomodidad del chico momentáneamente olvidada por él. — No llores. No me gusta ver a la gente llorar. — Y sus palabras sólo parecieron ser una advertencia antes de que gruesas lágrimas se deslizaron por las pálidas mejillas del chico, cuyo cuerpo intentó hacerse uno con la pared a su espalda. — No me gusta, porque nunca sé qué hacer. No me hagas esto, chico.

Sin embargo, el castaño siguió llorando, mas ningún sonido alto salía de su boca. Las lágrimas no paraban y cada cierto tiempo su pecho se inflaba en un hipo, pero a arte de eso no movía ningún otro músculo de su cuerpo.

❦ Lo que trajo la lluvia  ❦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora