prologue

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"La sociopatía, es un grave cuadro de personalidad antisocial que hace rehuir a las personas de las normas preestablecidas; no saben o no pueden adaptarse a ellas. A pesar de que saben que están haciendo un mal, actúan por impulso para alcanzar lo que desean, cometiendo incluso delitos graves."

El juicio de Hazel se vió nublado ante lo que leía, su mente no podía dar crédito a lo que había estado viviendo y más aún, a lo que su corazón sentía cuando veía aquellos ojos azules. La parte testaruda de la castaña juraba y perjuraba que Luke Hemmings no era un sociópata, pero su parte razonable la bajo de su nube, y cada recuerdo del rubio se venía abajo. Toda ilusión que Hazel construyó alrededor de Luke, ahora se veía como una mentira.

Sus recuerdos comenzaron a jugarle una mala broma, porque de repente comenzaba a entender que su extraña obsesión por tenerla solo para él, no era porque quisiera protegerla, que sus cambios de humor no se debían a su falta de sueño o que su incontrolable ego fuera un mecanismo de defensa.

Luke Hemmings había utilizado a Hazel Bennett.

La manipulo, y no tuvo piedad de ella. Y ofrecerle una salida no estaba en sus planes.

— No te tengo miedo —dijo burlona la castaña, quien trataba de reflejar un total desinterés por el chico de ojos azules.

Luke la miró y sonrió socarrón.

El lenguaje corporal de Hazel la delataba, estaba muerta de miedo, no sabía que hacer ni que pensar. Muy en el fondo comenzaba a maldecirse por haberle hecho caso a Luke Hemmings en el momento en que se apareció en su vida.

— ¿Por qué tan nerviosa, Bennett? —preguntó el rubio con su voz profunda y grave.

Hazel quiso correr a sus brazos en cuanto lo escuchó hablar, pero su miedo era más grande. Podía sentir su cuerpo temblar, y como sus manos empezaban a sudar de la angustia.

Luke empezó a caminar hasta ella, sin despegar ni un segundo la vista de sus ojos.

— ¿Crees que alguien como yo pueda amar? —le preguntó Luke a Hazel mientras que la larga distancia se redujo a unos cuantos centímetros entre ellos.

La castaña no respondió. Todo le parecía desconocido, no tenía ninguna carta para jugar en contra de Luke, y tampoco tenía una respuesta clara.

El rubio relamió sus labios, y jugó brevemente con el aro que se encontraba en su labio inferior.

— Deberías tenerme miedo, Hazel.

𝐒𝐎𝐂𝐈𝐎𝐏𝐀𝐓𝐇 - luke hemmingsWhere stories live. Discover now