i wanna see you

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El resto de la noche para Hazel había sido un martirio, no pudo dormir debido a los constantes flashbacks que le venían a su mente sobre Luke, y lo lindo que fue de regreso a casa. No quería ilusionarse con él, era consciente de que saldría con el corazón roto. Y tampoco quería traicionar a su mejor amiga. Pero era inevitable para ella no fijarse en alguien como Luke Hemmings.

Justo cuando el pequeño cuerpo de la castaña sentía que empezaba a descansar, la alarma sonó, y a regañadientes, tuvo que abrir los ojos para comenzar a alistarse. Durante algunos minutos Hazel se planteo la idea de no ir, realmente se sentía cansada y no quería estarse durmiendo en clases. La voz de su mamá indicandole que bajará a desayunar le arrebató la idea de faltar a la escuela.

— ¿Qué tal tu noche, Hazel? —preguntó su madre sonriéndole—

— Bien —pronunció restandole importancia— solo fuimos a cenar con unos amigos suyos.

— ¿Quieres qué te pase dejando a la escuela? —ofreció su papá, y Hazel asintió, no tenía ánimos de nada hoy—

A diferencia de su mamá, el papá de Hazel era más tranquilo y reservado, no se metía mucho en la vida de su hija, respetaba su espacio y lo que ella quisiera contarles. Todo esto, siempre y cuando la castaña tuviera cuidado con lo que hacía. Lo último que quería era ver a su hija sufrir o en una situación muy grave. "Qué tengas buen día, Hazel" fue como se despidió su papá al dejarla frente a la escuela, ella solo le sonrió.

Sonrisa que a los minutos se desvaneció cuando vió a Luke Hemmings muy coqueto con otra chica. El corazón de Hazel de pronto comenzó a hacerse chiquito, la decepción le había llegado muy rápido. Sin embargo, se dijo a sí misma que no era para tanto, que era mejor para ella porque no tendría que lidiar con todo el peso de ser la nueva conquista del rubio. Decidida, comenzó a caminar, ignorando por completo la existencia de Luke, quien no le quitó la mirada de encima.

[...]

Recuerden que recibiré sus proyectos mañana —vociferó el maestro quien se encontraba borrando el pizarrón. La mayoría de la clase respondió positivamente, mientras que otros se quejaban, entre ellos, Jessica.

— Hazeeeeeeeel —alargó la chica.

— ¿Necesitas ayuda con el proyecto? —preguntó divertida—

— Solo un poco —respondió—. ¿Después de clases?

— Tienes suerte de que te quiera demasiado. Iré al baño, nos vemos en clase —se despidió.

Los pasillos se encontraban casi vacíos, solo se veían los estudiantes que hacían su cambio de clase o aquellos que simplemente decidían no entrar. El sentimiento de dolor que estaba sintiendo Hazel a causa de Luke era extraño, no tenía menos de 24 hrs que apenas lo conocía para que de repente sintiera eso. Así que convencer a su mente de que era por la reciente liberada serotonina parecía lo más viable.

— ¿No vas a saludarme? —preguntaron, pero ignoró la pregunta pensando que se lo decían a alguien más. Y solo reaccionó cuando una mano tomó su brazo, frenando su caminar. Y lo vió.

— ¿Perdón? —preguntó aturdida.

— Llegas a la escuela, pasas frente a mí y ni siquiera me miras —reclamó— ahora ni siquiera me saludas. Que grosera eres, Hazel.

— En la entrada parecías algo ocupado, y ahorita simplemente no te vi —respondió— No es que sea grosera —espetó— ¿Necesitas algo?

— ¿Tienes prisa? —preguntó serio—

— Sí.

— Te acompaño entonces —demandó sonriente. La castaña no objetó nada, puesto que sus ganas de ir al sanitario eran más. Rodeó los ojos y emprendió nuevamente su camino.

El mundo de emociones que ahora inundaba a Hazel era estruendoso, el rastro del extraño sentimiento de dolor ya no estaba, pero ahora la incertidumbre ocupaba su lugar. Lavó su rostro para despabilarse y calmar su cuerpo, que había comenzado a temblar. Lo único que necesitaba era que al salir, Luke ya no estuviera.

— ¿Sigues aquí? —le preguntó sorprendida—

— Bastante obvia la respuesta ¿no crees? —sonrió socarrón.

— En serio, Luke, ¿Necesitas algo? —insistió. para ese momento, la mirada de los demás estudiantes estaba puesta en ellos, los murmullos comenzaban a escucharse—

— Tenía ganas de verte, Haz.

El color de sus mejillas, de ser un poco pálidas, ahora eran de un color rojo más intenso, incluso sintió como el calor estaba haciendo acto de presencia en su cuerpo. Desvío su atención de él, tratando de calmarse por lo que dijo, sin embargo, una pequeña felicidad estaba presente en su estómago. Si eran las famosas mariposas, ella esperaba que se ahogarán lo antes posible. Luke comenzó a acercarse más a ella, haciendo de su distancia más corta e incluso, casi nula. Se acercó a su oído y delicadamente paso sus brazos por su cintura. Podía sentir como las miradas filosas de las chicas querían atravesarla en ese preciso momento. Quería salirse de su agarre, pero su cuerpo parecía inmutarse. Estaba disfrutando de su cercanía.

— Te veo en la noche, Haz.

Le susurró y la soltó, dejando un beso en su cien para después marcharse, no sin antes dedicarle una de sus sonrisas. La voz de Jessica rompió la burbuja en la que se encontraba.

— ¡Hazel Celine Bennett! —exclamó— ¿Qué hacías con Luke Hemmings?

— Nada, él solo me siguió y... —se quedó muda, dado que ni ella misma sabía lo que había pasado— pasó lo que viste.

— No creo que eso sea lo único que haya pasado —aseguró— se veía bastante confiado contigo. ¿En qué momento lo conociste? Digo, no tiene mucho que te enteraste de su existencia y pasa esto. Hazel, sea como sea que se hayan dado las cosas, alejate. No te hará ningún bien estar con alguien como él.

— ¿Lo dices por tu exnovio? —preguntó—

— Por supuesto, y no quiero que se aproveche de ti.

— Entendido, Jess.

— Hablo en serio, Hazel.

Pero para ese punto, la advertencia de Jessica ya no tenía relevancia alguna. Luke Hemmings se estaba comenzando a meter en la vida de Hazel.

𝐒𝐎𝐂𝐈𝐎𝐏𝐀𝐓𝐇 - luke hemmingsWhere stories live. Discover now