LOS DIOSES TAMBIÉN LLORAN

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Y al final los dioses disfrutaban su victoria. La distancia brindaba emocionada, chocaba copas con el destino, reían a carcajadas y el tiempo me observó un segundo, me vio levantarme una vez más.

Entonces sus dos amigos lo felicitaron, pues sin el tiempo el espectáculo no hubiera durado nada. Me quité el polvo que ensuciaba mis rodillas, acepté mis heridas que aun sangraban, para luego limpiar mis lágrimas y decirle «Gracias»

El tiempo preguntó «¿Porque das las gracias? Has perdido» y los otros dioses observaron también la valentía reflejada en los ojos de quien amó con locura. El amor estaba atado en medio, ella era víctima de los juegos realizados por ellos, lloraba al conocer mi historia, entonces la consolé.

«Las victorias llevan sangre y lágrimas muchas veces, yo gané. Pude conocer el amor en tan altas proporciones y eso me hace sentir increíble, la amé y lo seguiré haciendo. Quizá todos, incluso ella, quisieron que yo perdiera este amor tan bonito que se forjó en lo más profundo de mi corazón, pero sé que ella muy en el fondo también lo hizo, aunque no como yo quise, quizá en su corazón no quepa tanto, no obstante, me conformo y la dejo ir», respondí ante mis espectadores. Ellos se notaron confundidos y la distancia cuestionó otra vez la razón por la que me levanté si tenía hasta el alma rota, sin dudarlo respondí que lo hacía por ella.

Y antes de marcharme les pedí un favor, pedí que la cuidaran, que donde quiera que estuviera la protegieran, supliqué de rodillas al amor que ella fuera feliz algún día y cuando dejé la sala los dioses tenían lagrimas recorriendo sus mejillas, dejaron de celebrar y sintieron que perdieron por primera vez, que el verdadero dios se marchó de la sala con una gran victoria.

Por favor, si logras verla una vez más, dile que siento mucho no haber hecho nuestra historia perfecta.

DIARIO DE UN AMOR DISTANTE© (Completa) Sin editarWhere stories live. Discover now