OO4 "Dolls"

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Lo que despertó a HyeJoo fueron algunas lamidas en su mano, la cual se encontraba colgando de su cama, como siempre. Se levantó para darle de comer y de beber a la pequeña, y sí, aún seguía pensando en nombres para ella, no pensaba que fuera tan difícil.

-¿Tan temprano te despiertas? Es sábado- Habló Yerim también levantándose de la cama.

-Lo sé, pero no puedo evitarlo, ya me acostumbré- Respondió -Si quieres vuelve a dormir-

-¿Hablas en serio? Dormí mucho esta noche, más de lo habitual, no estoy para nada cansada-

La lluvia seguía, parecía no querer parar jamás, era la primera vez en años que la lluvia duraba tanto, normalmente no duraba una semana seguida y menos así de fuerte. HyeJoo no tenía mucho miedo de eso, la ciudad ya necesitaba algo de lluvia, casi nunca tenía ese clima y por lo tanto se podría decir que se estaba secando un poco.

-Creo que mejor ya lavo a esta perrita, se rasca demasiado y no quiero que se haga heridas- Dijo Hyejoo cargando a la pequeña y entrando al baño.

Mientras Hyejoo hacia eso, Yerim tenía ganas de ver que más había en la casa, hasta ahora lo único que había visto era la sala, el cuarto de HyeJoo, el baño y el comedor, aún quedaban algunas cosas por ver.

Primero fue hacia lo que parecía ser el patio trasero, había una parte que tenía techo así que no sé tendría que preocupar por si se mojaba. Era un lugar algo grande y cuando la pequeña creciera seguramente podría correr fácilmente en ese lugar.

Ahora le quedaba un solo lugar, era una habitación la cual Hyejoo jamás había mencionado, pero tampoco le había dicho que no podía entrar, lo cual significaba que podía hacerlo. Estaba muy oscuro, por muchos lugares había algunas cosas que parecían ser muy extrañas, incluso había notado que tenía una Ouija, pero eso no fue lo que más le llamó la atención.

Miró unas cuantas estanterías las cuales estaban llenas de muñecas, pero no eran normales, tenían mucho parecido a personas que conocía, y lo que más le aterraba era que la misma muñeca que había visto antes estaba ahí, pero más apartada, como si fuera algo especial para Hyejoo.

Pero se le había olvidado cerrar la puerta y claro que la mayor se iba a dar cuenta, y no dudaría ni un segundo en entrar a ver que pasaba ahí dentro, menos si no miraba a Yerim por ningún otro lado de la casa. Lo siguiente que la menor sintió, además de un escalofrío, fue un golpe fuerte en su cabeza que hizo que cayera al suelo.

Al despertar estaba atada a una silla, con la boca tapada y en un lugar muy oscuro, probablemente estaban más profundo en aquella habitación, pues Hyejoo no tenía un sótano o un ático y no había más habitaciones en la casa.

-¿Por qué entraste aquí?- Preguntó HyeJoo para después quitarle la venda de la boca.

-Nunca dijiste que no podía entrar- Respondió algo nerviosa, sentía como su corazón latía muy rápido.

-A menos que te diga que puedes entrar, lo haces, ¿entendido?- Yerim solo asintió -Y no le digas a nadie si no quieres terminar mal...-

La menor sintió las frías manos de la mayor sobre su rostro, acariciando este y sonriendo al verla tan asustada, le encantaba dar miedo a las personas y más si parecían ser tan inocentes.

-Eres una chica mala, pero no me gustaría castigarte, así que creo que haré algo-

Se dio la vuelta y fue por un aparato, después desató a Yerim y la llevó hacia afuera de la habitación, con aquel aparato logró borrar su memoria y cayó de nuevo la suelo, esa chica al parecer no era muy fuerte. La llevó hacia el cuarto y la dejó ahí acostada, esta vez cerró la puerta de la habitación con seguro para que no entrara.

Después de un corto tiempo Yerim despertó, no recordaba mucho de lo que había pasado en el día pero era bueno, al menos no recordaba lo que vio en la habitación.

-¿Tan tarde me levanté?- Preguntó Yerim.

-Sí, estabas muy cansada- Respondió.

Yerim se sentó en la cama y miró a la pequeña perrita, quien parecía estar preocupada, y quien no lo estaría si su amiga se acababa de desmayar.

Por todo el día la menor sintió como si algo le faltara, pero aunque buscara tanto no encontraba que era, solamente sentía un vacío que no entendía por qué lo tenía.

-¿Sabes si me pasó algo antes de despertar?- Preguntó Yerim acercándose a la mayor.

-No pasó nada, no sé de qué hablas- Respondió

-Siento que algo falta-

-Es tu imaginación, mejor duerme, creo que estás muy cansada-

No dejó que la menor respondiera y la llevó al cuarto, Yerim no se resistió para que no se enojara más y sólo intentó dormir, pero en el fondo sabía que tenía razón y que no estaba cansada, luego buscaría que era aquella cosa...

DollsWhere stories live. Discover now