Mariposas en el Violín

V

*POV SETSUNA*

A pesar del fuerte hedor a sudor que desprendía no me había dado cuenta hasta que casi le piso.

 Al principio pensé que era algún alcohólico, así que pase por encima y me dirigí de nuevo hacia Towa y Moroha, pero en su olor no había rastro alguno del alcohol, solo era sudor. 

Alguien iría a ayudarle... ¿Pero y si no?... Me pare en seco y mire por donde había venido. 

-Seguro que alguien le encontrara.- Dije en voz alta para convencerme a mi misma. Tres pasos después me gire y fui corriendo a donde estaba, ya que mi consciencia me estaba carcomiendo.

Me agache cerca de el, y al tocarle me di cuenta de que estaba demasiado caliente e, inconsciente. Lo intente reincorporar como pude y le recosté a la sombra de un árbol. 

Tras sentir la sombra mustio unos sonidos que indicaban que se estaba despertando. Apenas podía abrir los ojos. Volví a tocar su frente, comprobando que apenas había bajado el calor. 

No tuve mas remedio que tirarle el agua que había ido a recoger a la cara. 

En cuanto sintió como toda esa agua fría le empapaba se sobresalto, despertándose al instante. Se quedo un rato embobado mirándome fijamente. Pase varias veces la mano por delante de sus ojos, pero no parecía reaccionar, hasta que le zarandee logrando que de una vez por todas volviera en si.

-¡¿Qué ha pasado?!- Repito varias veces alarmado, mirando hacia los costados.

-Estabas ahí... Tirado. Me impedías pasar.- Logre decir cuando se calmo un poco.

-¡¿Sabes donde esta el rio?!- Insistió acercándose a mi.

-Em.... Si.- Respondí algo incomoda por su desesperación.

-Es cuestión de vida o muerte. Por favor llévame al rio.- Suplico retiradamente postrándose en el suelo ante mi.

-Oye no hagas eso.- Hable con algo de vergüenza ante su actitud.

-Es muy importante, por favor e de ir con mi hermana cuanto antes.- Siguió insistiendo. 

Incluso estaba comenzando a darme algo de pena.

-Esta bien... Te llevaré al rio. Pero cállate de una vez.- Respondí para que cesara de hablar. Salto para abrazarme, y automáticamente me aparte viendo como su cara se estampaba contra la hierba. -Si tan importante es deja de perder el tiempo.- Hable emprendiendo el camino a través del bosque. 

Solo había una parte del rio que era accesible, asique tampoco seria muy difícil que el encontrara a su hermana.

*POV HISUI*

Le debía una a esa chica. Sin ella probablemente seguiría en el suelo y con el golpe de calor.

Cuando retome la consciencia lo primero que vi fue a ella, así que me quede un poco aturdido. Por suerte supo como hacerme reaccionar. 

Durante el camino le iba haciendo alguna que otras preguntas, pero en ningún momento se digno a responderme ninguna. 

Temía estarnos perdiendo ya que íbamos a través de un frondoso bosque de bambú. De repente se paro haciendo que me chocara contra su espalda a pesar de ser mas alto que ella.

-Es aquí.- Dijo dándome paso hacía un hermoso prado que estaba justo al lado del rio. 

Había bastante gente haciendo picnic. Busque con la mirada, y finalmente encontré a Kin'u sentada y hablando con sus amigas mientras comía.

-¡Kin'u!- Grite corriendo hacia ella.

-¿Hisui?- Mustio al verme. -¿A pasado algo?- Hablo preocupada acercándose a mi.

-¿Te has puesto a pintar?- Pregunte preocupado. Quería saber si ya era demasiado tarde.

-No, aun estamos comiendo.- Respondió. Me sentí tan aliviado de escuchar esas palabras.

-Te has equivocado de cuaderno, agarraste el mío por error.- Explique estirando su cuaderno y abriéndolo para que vea que era suyo.

-Vaya, es cierto. Perdóname Hisui no me había dado cuenta.- Tras la disculpa se dirigió hacia una bolsa de tela, sacando de ella el objeto que me había provocado toda esa odisea. Se lo quite de la manos y me aparte un poco para comprobar de que si era el mío. 

Me sentí a salvo cuando vi los dibujos y las letras.

-Jamás vuelvas a asustarme de esa manera.- Le recrimine con molestia. 

-Cálmate Hisui. Solo es un cuaderno.- Refuto con algo de risa por mi reacción. -¿Pero como es que has llegado hasta aquí tu solo?- Su pregunta era seguramente por que esta era una nueva ciudad para nosotros.

No nos sabíamos mas que la calle donde vivíamos y la calle donde Papa trabajaría. Lo mas probable es que a Kin'u le llevará alguna de sus amigas, ya que mucha gente de la universidad a la que iba era de aquí.

-Pues a sido gracias a esta chica.- Hable señalando con el pulgar hacia atrás. -Sin ella probablemente aun seguirá tirado en el camino. Me había dado un golpe de calor pero por suerte me encontró y me ayudo.- Añadí viendo como la cara de Kin'u se volvía una de desconcierto. -¿Pasa algo?- Pregunte.

-Esto... Hisui... ¿De que chica estas hablando?- Cuestionó algo incomoda. Me gire al instante comprobando que ella no estaba.

-¿Donde se a metido?- Dije divagando mientras la buscaba con la mirada. Se había ido

-Madre mía, el golpe de calor, a echo que veas alucinaciones.- Comento por lo bajo para intentar que no la escuchara.

¿Había sido una ilusión?

No era posible. Las ilusiones no te echan agua a la cara. Estaba segura de que ella era real.