XXII

377 43 164
                                    

*POV SETSUNA*

-¿Y donde te has echo esas mechas rojas? Se ven muy profesionales.- Pregunto la que a mi parecer era Kin'u.

-Son de nacimiento.- Le respondí con mi carácter tranquilo.

-¿Llevas lentillas de color? ¿Dónde las has comprado? ¿Hay de mas colores?- Insistió la que llevaba el delantal.

-El color de mis ojos también es de nacimiento.- Respondí para dar un sorbo del te que me habían servido. 

Hacia un rato que habíamos acabado de comer, y seguíamos en la mesa ya que el postre no se terminaba aun. Desde que me senté a la mesa no habían parado de bombardearme con preguntas. 

Me resultaba algo incomodo tener que hablar tanto, pero tampoco quería dar una mala impresión a su familia. Tuve que hacer un esfuerzo y ser algo mas sociable de lo que solía ser, pero aun así seguía manteniendo mi temperamento.

-¿Eres humana?- Oí dérrepente.

-¿Perdona?- Dije algo confusa mirando de donde provenía esa voz.

-Los ojos purpuras y esas franjas en tu pelo no son características que un humano normal pueda adquiri por eso te preguntaba que si lo eras.- Hablo la madre de Hisui.

-Se podría decir que a medias.- Confesé aguantando el tono. Sabia por donde iban este tipo de situaciones. Volví a mirarla y pude ver como me sonreía. Ahora entendía de quien había sacado lo extraño Hisui. 

Solo que la sonrisa de ella era mas perturbadora a mi parecer. También tenia esa mirada que desprendía una aura terrorífica. Es como si me quisiese decir "No toques a mi hijo" con esa mirada.

-¿Entonces eres Hanyo?- Pregunto Kin'u. -Vaya, esto me recuerda a cuando Gyokuto se enamoro de un paciente de papa, el también era Hanyo.- Añadió rememorando.

-Kin'u.- Se quejo su hermana dándole un codazo.

-¿Como hubieseis tenido a vuestros hijos? Serian Shihanyos como Moroha.- Comento la que tenia manchas de pintura.

No les importo en lo absoluto lo que yo era. Lo aceptaron sin complicaciones, como el echo natural que era. Sin malos comentarios, ni gestos desaprobatorios. Simplemente me aceptaron sin vacilar. 

Cada vez sentía mas acogedora esa casa.

-Se supone que a quien tenemos que avergonzar hoy es a Hisui. Es el quien a traído un acompañante a casa.- Me había avergonzado algo ese comentario, pero me sonroje mas cuando Hisui y yo nos giramos al mismo tiempo para mirar al otro. 

Rápido comprendimos lo incomodas que habían sido las palabras de su hermana.

-Gyokuto ¿Por que no traes ya el postre?- Sugirió Hisui tras escuchar el sonido del horno indicando que ya estaba listo su contenido.

-Dime Taisho-san ¿Cómo os conocisteis?- Hablo la Señora Kazaana volviendo a dedicarme una de esas miradas.

-Me lo encontré en el suelo.- Dije recordando aquel día.

-¿Que?- Articulo con los ojos como platos.

-Setsuna no lo expliques así.- Susurro Hisui acercándose a mi.

-Pero es la verdad Hisui.- Le respondí acercándome a el imitando el tono de voz.

-Vaya, debéis de tener una relación con mucha confianza para llamaros por vuestros nombres.- Intervino Kin'u elevando las cejas varias veces. Yo le había pedido que nos dirigiésemos así en la academia, pero fuera de ella podíamos hablar con el otro utilizando nuestros apellidos, aunque prefería mil veces pronunciar su nombre. Lo sentía mas intimo. 

Mariposas en el ViolínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora