XLI

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*POV NARRADORA*

Los chicos se dirijan hacia las escaleras de la tercera planta cuando Towa, la que iba en cabeza y dirigía el grupo se detuvo repentinamente delante de la puerta de la sala de música agarrando su cabeza.

-Towa. ¿Qué pasa?- Hablo Moroha acercándose a ella.

Towa no reaccionaba se tapaba los oídos y cerraba los ojos fuertemente.

-Hime-sama. ¿Qué sucede?- Hablo Riku acercándose a ella asustándose por el extraño circulo que le salió en la frente.

-Algo esta entrando en mis oídos. Duele.- Pronuncio con dolor cayendo de rodillas al suelo. -Tengo algo apoyado en la frente que no deja de presionarme.- Dejo taparse los oídos para terminar de caer completamente al suelo. Hilos de sangre no dejaban de salir de ellos.

-¡Hime-sama!- Riku se alarmo al ver el estado de la peliblanca. -Te sacare de aquí.- Hablo subiéndola a su espalda con la ayuda de Moroha.

-N-no sin Sets-Setsuna.- Le costo decir mientras terminaba por apoyar su cabeza en el hombro del ojiverde. -No.. Sin Setsuna.- Volvió a repetir interfiriendo con la respuesta de Riku el cual iba a llevarle la contraria.

Towa terminó de acomodarse en la espalda de Riku mientras este con preocupación subía resignado las escaleras hacia la tercera planta. Ninguno sentí el aroma de Setsuna o Hisui, era como si esa casa lo desvaneciese, tampoco les escuchaban o sentían, así que tendrían que ir a tientas sala por sala.

El demonio lobo propuso que se separasen por grupos para cubrir mas parte de la casa y así lograr encontrarles mas rápido, pero Rokuta y Nanasuke no tardaron en darle una rotunda y desesperada negativa, así que el de vestimentas rojas y cortas tubo que resignarse a poder estar un rato a solas con Moroha.

Un estruendoso rugido, como el de un animal inundo los pasillos.

Miraron hacia atrás viendo como algo avanzaba desde la oscuridad del pasillo. No vieron claramente lo que era hasta que la luz de la luna que se colaba a través de una ventana rota ilumino a ese ser.

Eran huesos recubiertos de piel. El camisón que llevaba puesto estaba rasgado por diversas partes mostrando como portaba algo seco en su vientre y el agujero pequeño que tenia en el pecho dejaba ver lo que había detrás de ella. En su macabro y flaco rostro se resbalaban lagrimas provenientes de unos ojos sin vida, y el moño bajo donde tenia amarrado lo que parecía ser cabello en descomposición, estaba todo desordenado.

Avanzaba lentamente hacia ellos.

Rokuta y Nanasuke corrieron a las espaldas de Riku al cual sin querer habían tapado de la vista de esa ser.

Lo que un día fue una persona se quedo estática viendo a la de cabello platinada como sufría y sangraba. Redirigió su atención al que la sostenía, para poco después dedicarle un rugido y avanzar velozmente hacia el.

-¡COREEEEEEED!- Grito Riku comenzando así la huida por la inmensa casa.

Towa estaba muy adolorida, pero eso no le impidió darse cuenta de lo asustados que estaban todos. Rokuta y Nanasuke miraban de vez en cuando hacia atrás, viendo como cada vez se acercaba mas, por lo que decidieron unánimemente y con lagrimas en los ojos acelerar lo máximo posible, siendo detenidos por Raita y Futa que les agarraban por los tutus.

-No corráis tanto, cuanto mas cerca este mas divertido.- Argumento Raita.

-Si si, cuanto mas cerca mas divertido.- Corroboro Futa. -Además, seguro que solo es un muñeco que habrán puesto Moroha o Riku.- Añadió.

-Exacto, seguro que es un muñeco que habrán puesto.- Apoyo Raita.

-¡Nosotros no hemos puesto ningún muñeco!- Confeso Moroha haciendo que por primera vez en toda la noche Raita y Futa se estremeciesen e imitasen la decisión de Rokuta y Nanasuke para salvaguardar sus vidas.

Towa no entendía nada. Notaba que todo estaban muy alterados y que por alguna razón corría. Se esforzó y echo un vistazo en dirección contraria a la que iban.

-¿Porque estamos corriendo?- Pregunto sin entender nada.

-Por nuestras vidas. No queremos que esas cosa nos atrape.- Le contesto su prima atemorizada.

-¿Que cosa?- La pregunta de Towa hizo que todos volvieran a mirar hacia atrás y se pararan en seco al ver que esa especie de ente no estaba.

-¿A desaparecido?- Pregunto el demonio frunciendo el entrecejo.

Towa volvió a sentirse mal, y cada vez le salía mas sangre de los oídos. Estaba mareada por lo que no tardo mucho en volver a cerrar sus ojos por el dolor, dejando la cabeza reposar en el hombro de Riku.

En cuanto los ojos magentas volvieron a cerrase presa del dolor, el rugido que anteriormente se había escuchado se hizo presente reiniciando así la carrera por sus vidas.


*POV HISUI*

Nuestros labios presionaban los del otro de una forma tierna, torpe y nerviosa. 

Deseaba poder darle mucho mas que un pico. Era la primera vez que hacia algo así. Sentir como me acariciaba la nuca y la mejilla mientras nuestros labios seguían juntos era como estar en el paraíso. 

Muy lentamente nos separemos mirándonos fijamente. 

Simplemente no tenia palabras. 

Había sido algo torpe al ser mi primer beso, pero la calidez que me había dado en el pecho al hacerlo no tenia comparación alguna. 

Todo iba bien hasta que vi como se sonrojaba, dándome así dudas de si ella había querido o no, comenzando a sentirme cada vez mas inseguro. 

¿Y si no quería en realidad? ¿Y si me había confundido y le había presionado para hacerlo? ¿Y si no le había gustado? ¿Y si se llegaba a enfadar? ¿Tenia mal aliento? 

Debía de hacer algo.

-Y-y-yo, lo siento, no era mi intención...- Su rostro cambio completamente. -No quería hacer eso, ya sabes fue sin querer...- Me aparto de forma abrupta dispuesta a salir de la cama. -¿A-a-a donde vas?- Al parecer no estaba muy contenta. Se paro en seco apretando fuertemente sus puños.

-...- Su silencio era mortal. -Si tan asqueroso a sido... Solo dilo, pero deja de reírte de mi.- Nunca le había escuchado con ese tono de voz.

-¿Setsuna? ¿Qué te pasa?- Estaba atónito a su comportamiento.

-Es obvio, pero veo que no es reciproco. Supongo que no sentimos lo mismo por el otro.- Mi corazón en ese momento se paro cuando vio que se dirigía hacia la puerta. -Perdóname, me confundí. No debí presionarte a que me besaras.- Estaba apunto de tocar el pomo.

Fui corriendo hacia ella, y le tome de la muñeca para que girarla hacia mi, encontrándome con lagrimas que amenazaban con salir de sus hermosos ojos.

Le había echo sentir mal.

Baka.

Mariposas en el ViolínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora