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*POV HISUI*

Era majestuoso.

Su porte le dotaba de una gran aura de grandeza. Se veía como alguien fuerte y poderoso. 

Tampoco hacia falta comentar que no era un ser humano, eso resaltaba a la vista nada mas verlo. El color de sus pelo y el de sus ojos, sumado a las marcas de su cara y la luna en la frente, indicaban su procedencia Yokai.

Esa mirada... No. La mirada de Setsuna es mucho mas bella. 

-¿Que esta pasando?- Volvió a preguntar con  la cabeza alta.

-Sesshomaru-sama.- Le saludo el enfermero haciéndole una reverencia. -Perdone el alboroto.- Se disculpo hablándole con la mitad del cuerpo agachado sin dejar de hacer la reverencia.

-Aun no me habéis respondido. ¿Qué esta pasando?- Insistió. Por la manera en la que el enfermero se dirigía a el parecía ser alguien con mucha autoridad. A lo mejor el era un cargo importante dentro de el Hospital. 

El podría ayudarme.

-Señor... esto... Sesshomaru-sama.- Creo que era así como se había dirigido a el. -Tengo que entrar ahí, hay alguien que me necesita.- Hable llamando su atención. Por algún extraño motivo el enfermero comenzó a cogerse de los pelos y morderse las uñas muy nervioso.

-¿Alguien... Que te necesita?- La forma en la que lo había preguntado me hizo tragar grueso. 

El enfermero comenzó a mover energéticamente los brazos para darme a entender que no dijese nada. Pero la gran figura que tenia en frente le miro de reojo, a lo que el chico hizo una reverencia marchándose en esa pose. 

No estaba seguro, pero una vez que le perdimos de vista, creí escuchar como se puso a correr alejándose de ahí.

Definitivamente era alguien importante.

-La... La chica...- Comencé a decir. No eran momentos para avergonzarse. Debía de hablar claramente. -La chica que amo esta ahí dentro.- Le conteste sosteniéndole esa mirada que helaba hasta el alma.


*POV NARRADORA*

Sesshomaru miro de reojo a sus espadas.

-¿La chica a la que amas? ¿Y crees que por amarla ya es motivo suficiente para que te deje entrar?- Le cuestiono el gran DaiYokai.

Habían reservado todo ese lugar para que Setsuna se pudiese recuperar en calma. La única que estaba hospitalizada allí era su hija. 

La única a la que se podía referir era a su hija...

-¡Si!- Afirmo con seguridad. -En momentos como este es en los que realmente debo de estar a su lado. No voy a dejarla sola, por muy peligroso que pueda ser. E de protegerla, por eso tengo que entrar, y estar con ella pase lo que pase.- Añadió apretando sus puños fuertemente para no ceder ante la presión de la mirada de Sesshomaru.

-¿Tan digno te crees para ella?- Agarro el baúl con una sola de sus manos para tener la mano mas cercana a Bakusaiga libre.

Lo que Hisui fuese a decir en ese momento, podría llegar a ser sus ultimas palabras.

-Lo mas seguro es que no lo sea. Yo tan solo me limito a amarla. Si soy digno o no, es algo que tiene que decidir ella.- Contesto diciendo lo que sentía y pensaba.

Sesshomaru tomo su decisión apoyando su mano sobre el mango de su espada.


*POV SETSUNA*

...

Hoy era el día. 

Había estado practicando desde que vi a la hermosa violinista en el festival primaveral, de eso había pasado ya un año. 

Fui cada día al auditorio, aguantando a la insoportable de Hiyori que iba a sus clases de piano y flauta, solo para aprender y perfeccionar todo lo posible. 

Confiaba en mis habilidades, pero aun y así... Estaba nerviosa... 

En una conversación con Hiyori... Bueno, mas bien... Cuando Hiyori, de la nada se puso a caminar detrás de mi, camino a la sala del auditorio. Dijo algo que se me quedo grabado en la mente.

 ᗕ "Si te equivocas delante de tanta gente avergonzaras a tus padres y jamás volverán a sentir orgullo de ti."

Sabia que no tenia que hacer caso a las palabras de esa odiosa, pero no quería que nada saliese mal, lo que me puso muy nerviosa desde ese día. Comenzando a sentir un extraño cosquilleo por mis venas desde entonces.

Si no le hacia sentir orgulloso todo seria un fracaso. 

-¡Cariño! ¡Baja ya o llegaremos tarde! ¡Y ponte un abrigo, que por la noche refresca!- Grito Mama.

Fui a por el nuevo Violín que me habían regalado hace poco por mi 5º cumpleaños para bajar junto a ellos. Me lo quede mirando muy nerviosa. 

Cuando estaba en ese estado lo que solía hacer era correr al despacho de Papa para abrazar su Mokomoko, ya que eso siempre me tranquilizaba, pero hoy no podía ser así, hoy le tenia que hacer sentir orgulloso.

Pero...

Si no lo llegase a lograr, si me equivocaba y les dejaba en evidencia delante de todos. Jamás le haría sentir orgulloso, jamás podría hacer que el me abrazara.

 ᗕ "Si te equivocas delante de tanta gente avergonzaras a tus padres y jamás volverán a sentir orgullo de ti."

Tenia que lograrlo, no podía equivocarme y mucho menos dejarle en evidencia delante de todo el auditorio. Debía hacerle sentir orgullos, y haría que el me abrazara.

El cosquilleo que había empezado a sentir desde hace días, se convirtió en ardor, escozor y sobre todo en dolor. Caí de rodillas al suelo intentando aguantar. 

No entendía que me estaba pasando.

Levante mi cabeza como pude, viéndome en el espejo de mi habitación.

Tenia la Luna en la frente.

...




Mariposas en el ViolínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora