XXIII

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*POV NARRADORA*

Dentro de casa no estaba. Siempre desaparecía cuando le tocaba la hora de su baño. 

Salió de la casa para buscarlo por el templo, pero tampoco estaba, entonces decidió ir al pozo en busca del animal. Bajo las escaleras acercándose al pozo sellado, pero tampoco lo encontraba hasta que algo que le rozo su pierna e hizo que se sobresaltara. 

Por suerte encontró lo que andaba buscando.

-Y pensar que e tenido que bajar para buscar al gato.- Susurro Moroha agarrando al felino tricolor. Deberían de cerrar de una vez ese lugar con poder espiritual ya que los pergaminos del bisabuelo eran papeles que no funcionaban. 

Estaba dirigiéndose hacia la casa para que Buyo recibiese su baño, cuando sintió el olor de alguien subiendo las escaleras. 

-¿Towa?- Mustio viendo como la muchacha subía los últimos escalones exhausta. Cuando llego al final la chica se rindió en el suelo. 

Sus Hogares estaban bastante lejos y Towa estaba tan ensimismada en su cometido que ni siquiera se le ocurrió subirse al transporte publico. Había ido corriendo de una punta de la ciudad a otra.

-Aaaaaaaauuuuuu.- Articulo la de cabellos alvinos tumbada en el suelo.

-Esto... ¿Qué estas haciendo Towa?- Le pregunto su prima aun con el gato en brazos viendo el raro actuar de la chica. 

Al oír la voz de Moroha miro hacia arriba viendo que su prima la miraba bastante extrañada. Automáticamente volvió a recordar el porque la andaba buscando.

-¡Moroha es un traidor! ¡Esta jugando con ambas!- Espeto lanzándose hacia su prima para abrazarla.

-¿De que estas hablando?- Moroha no entendió la rara reacción de Towa y para colmo Buyo se le había vuelto a escapar.

-¡Moroha debes de dejarle! ¡Os pondrá en contra a ambas!- Pronuncio zarandeando a su prima para que entrara en si.

-¿Dejarle? ¿Towa que estas diciendo?- Moroha cada vez entendía menos.

-¡Se que será difícil! ¡Pero encontraras a otro hombre que te ame de verdad!- Emitió la peliblanca mientras abrazaba mas fuerte a su prima. -¡Debes de romper esa relación! ¡Ese Lobo sarnoso no se merece ser tu novio!- No solo estaba alarmada, por las palabras de su prima, sino que también estaba sonrojada, desconcertada y perturbada.

-De modo que el hijo del Lobo rabioso es tu novio...- Se escucho decir detrás de las chicas. El sonido de unas garras se hizo presente. Ambas chicas palidecieron al momento.

-Papa... - Expreso Moroha viendo como su padre estaba detrás de ella. Se supone que habían ido a dar un paseo, pero para la pobre de Moroha llegaron antes de lo previsto.

-Ho-Hola tío Inuyasha.- Saludo Towa nerviosa por lo tensa que se había vuelto la situación. Inuyasha desenvainó su espada provocando que un sudor frio en las jóvenes.

-Inuyasha ¿A donde vas?- Pregunto Kagome viendo como este se dirigía espada en mano fuera del templo.

-¡No dejare que el hijo del Lobo rabioso le ponga un dedo encima a mi hija!- Respondió provocando que el pánico se reflejara en el rostro de las tres que le acompañaban en escena.

-¡Inuyasha! ¡OSUWARI!- El collar hizo efecto enseguida provocando la caída inminente del peliplata.

-Yo solo quería bañar al gato...- Susurro Moroha para si misma viendo como de un momento para otro todo se había vuelto caótico.

Mariposas en el ViolínWhere stories live. Discover now