Sentimientos que florecen 2/2

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El timbre para el receso sonó y todos salieron complacidos al patio. Naruto tomó a Hinata de la mano y se la llevó corriendo afuera, mientras Sakura se acercaba a Naruko, la cual hablaba alegremente con Sai.

—Hola, Naruko-chan, ¿cómo estás? —la saludó, ya que la conocía y le había asegurado a su amigo que le haría el favor de echarle un ojo mientras él estaba ocupado.

—Bien, Sakura-san, qué bueno que vayamos a ser compañeras de clases, me alegrará tenerte cerca —respondió la rubia, ya que Sakura era una de las pocas personas ahí con quien podía hablar sin miedo.

—Oye... ¿quieres conocer la escuela?

—Muchas gracias, pero Sai-san ya se ofreció a mostrarme, ¿verdad? —dijo sonriendo, en lo que volteaba a ver al pelinegro, que le devolvió la sonrisa.

—Así es, Naruko-chan, bueno, nos vemos luego, Sakura-san, adiós —Sai y Naruko se fueron juntos mientras platicaban animadamente, pero Sakura los miraba extrañada, ¿desde cuándo Sai era tan amable con la gente?

— Es extraño... —susurró la peli rosa.

—¿Tú también te diste cuenta, Sakura? —la voz desanimada de Ino la tomó por sorpresa, haciéndole dar un pequeño salto.

—¿Eh? ¿De qué hablas, Ino?

La mirada de Ino se desvió hacia el piso —De lo bien que se llevan... —contestó, mordiéndose el labio inferior—. ¿Por qué da tanta tristeza, Sakura?

Su amiga parpadeó.

—Ino... no será que...

—¡Eh, chicas! —las llamó Temari—. Venga, vamos a la cafetería, ¿vienen?

—Sí, enseguida, Tema —respondió Sakura, sin dejar de ver a su amiga que estaba tan triste, ¿de verdad se estaría enamorando de Sai?

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—¿Qué sucede, Naruto-kun? —preguntó Hinata, mientras era jalada por el rubio hacia la parte más solitaria del jardín de la escuela, de sólo pensar que los dos iban a estar a solas, se sentía nerviosa y ansiosa.

—Bueno, ya llegamos —dijo Naruto, deteniéndose, sin soltar la mano de Hinata—. Te traje aquí porque no quería que nadie nos molestara.

—P-pero no entiendo, Naruto-kun.

—Bueno, Hinata-chan, yo... ya te dije lo que sentía por ti —Naruto comenzó a ponerse rojo como un tomate, mientras se llevaba una mano a la nuca, estaba muy nervioso—. Y pues... Sakura-chan y yo también ya terminamos, y yo quería... quería que tú —tragó saliva, no sabía si lo que estaba haciendo iba por buen camino, pero, a decir verdad, no quería esperar más—. Quería que fueses mi novia.

—¿Tu... novia? —la ojiperla se quedó paralizada, ¿acaso era un sueño? Claro que no lo era, era verdad, sí le estaba pidiendo que fuera su novia, pero ella se había quedado sin habla, era difícil respirar cuando su corazón no dejaba de latir.

—Y... ¿qué dices? ¿Sí o no? —Naruto estaba más nervioso porque ella no le respondía, pero en ningún momento soltó la mano de Hinata, incluso la sostuvo más fuerte.

—Esto es tan repentino, Naruto-kun, yo... nunca he tenido novio... no quiero decepcionarte —dijo ella, se sentía un poco tonta, pero era cierto, era totalmente inexperta en el tema y, aunque deseaba esto con todas sus fuerzas, le asustaba hacerlo mal.

Naruto se acercó a ella con una sonrisa, y le dio un tierno beso en los labios, el que la dejó un poco sorprendida.

—Tú jamás me decepcionarías, mucho menos si dices que sí —si dejarla hablar, la volvió a besar, pero esta vez de forma más apasionada, quedando los dos casi sin aliento. Hinata sentía que le temblaban las piernas, pero, como pudo logró corresponder.

Amores de Secundaria (Editada)Where stories live. Discover now