Amores de Secundaria (Editada)

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Era uno de esos días normales de clases en el instituto privado de la Hoja, todos los chicos estaban muy atentos al problema de matemáticas que trataba de explicar el profesor Kakashi. Sólo había una persona que no atendía a la clase; como siempre, Naruto no hacía caso alguno a lo que trataban de enseñarle, pero no era porque estuviera dominando el balón, ni pensando en la inmortalidad del cangrejo, sino que no podía sacar de su mente lo ocurrido hace dos días en el pasillo, ese fugaz beso con su compañera y hasta ahora "sólo" amiga, Hinata.

¿Por qué no podía hacerlo? Ni él mismo lo sabía.

—Soy un tarado... —dijo para sí el rubio.

—Naruto, ¿me puedes explicar cómo se realiza este ejercicio? —dijo el profesor Kakashi, mostrando una ecuación de segundo grado en el pizarrón, lo que a Naruto peor se le daba.

—Yo... pues... la verdad es que... —éste se puso azul de los nervios y comenzó a sudar frío, por andar en las nubes, no había entendido absolutamente nada.

—Como lo suponía —suspiró el peli plateado—. ¿Otra vez desatendiendo a la clase? Naruto, ¿qué voy a hacer contigo? —cuestionó—. Si sigues así no pasaras el año.

—Pero Kakashi—sensei, es que bueno... yo... —antes de que Naruto pudiera excusarse, una brillante idea hizo que Kakashi le interrumpiera.

—Ya sé —exclamó—. Te asignaré un compañero de estudios, así te ayudará a repasar y aprenderás algo, ya que veo que aprender de mí no te interesa.

El avergonzado chico sólo se puso más nervioso, mientras el resto del salón se reía de él, Naruto tuvo que llevarse una mano a la nuca, avergonzado.

—K-Kakashi—sensei, no es lo que usted cree —intentaba explicar, pero su profesor sólo lo ignoró.

—¿Quién se ofrece para ayudar a Naruto? —cuestionó Kakashi, a lo que sólo Sakura levantó la mano—. Mmm, cuánta concurrencia —murmuró con sarcasmo—. Bien, por lo que sé, Sakura es novia de Naruto, así que eso sólo será una distracción y no prestará interés en los estudios —razonó, hablando más para sí mismo que para el resto de la clase, entonces posó sus ojos sobre cierta persona que parecía esconderse—. Bueno, Hinata, ¿podrías ayudar a Naruto a estudiar?

—¿Y-yo? —preguntó la avergonzada y sorprendida chica, apuntándose a sí misma con su dedo índice.

—¿Hinata? —pensó Naruto, también algo nervioso, de sólo imaginar el estar a solas con Hinata en su casa y después de lo ocurrido.

—Sí, por favor, te lo agradecería muchísimo, así este burro ya no lo será tanto —todos comenzaron a reír, mientras Naruto se sonrojaba por lo que dijo Kakashi, aunque no tenía el derecho de refutar nada.

Hinata solamente bajó la mirada, asintiendo débilmente con la cabeza.

—B-bueno, está bien, Kakashi-sensei, yo lo ayudaré —respondió, sin siquiera levantar la cabeza, no quería que nadie notara lo roja que estaba—. Si es que no me da un infarto —pensó.

Sakura sólo soltó un suspiro, suponía que Kakashi—sensei tenía razón, definitivamente, Naruto no iba a concentrarse con ella y lo sabía. Miró de reojo a su novio, que sólo se revolvía la rubia cabellera con desesperación y, seguido de eso, miró a Sasuke, el cual tenía el ceño fruncido mientras observaba a Naruto.

—Ese idiota de Naruto, hace unos días ve a Hinata de forma muy extraña. ¿Sera que le gusta? —se preguntaba mentalmente el azabache, no podía permitir que el "tarado" de Naruto se interesara en la chica que le gustaba a él, porque Hinata le gustaba, o eso creía.