El secreto de los Hyûga 1/2

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Un nuevo día llegaba para todos. Los chicos se levantaban temprano para sus clases, además, hoy se llevaría a cabo la elección de los clubs y estaban muy emocionados. También había práctica de los equipos deportivos, por lo que algunos ya se preparaban para un largo día.

Mientras, en casa de los Hyûga había muchísimo silencio. Neji y Hiashi llevaban cerca de media hora encerrados en el despacho, hablando de algo que al parecer era muy serio, pues no dejaban entrar a nadie.

—¿Y bien? ¿Vas a decirme, tío?

—No sé de qué hablas —respondió tajante Hiashi.

—No te hagas. Sabes que mi tía Hanako sigue con vida y se lo has estado ocultando a Hinata y a Hanabi. Ellas tienen derecho de saberlo, es su madre —dijo Neji, mientras lo miraba muy seriamente, cosa que le molestó al mayor, que arrugó el entrecejo con bastante obviedad.

—No sabes lo que dices, además, ¿cómo estás seguro de que esa mujer sigue viva? Hace más de diez años que murió, ¿no lo entiendes? —contestó, haciendo un esfuerzo para que su sobrino dejara de lado el tema, pero no parecía funcionar para nada.

—Hinata... —comenzó a hablar el menor, apretando sus puños—. Hinata me pidió que no te lo dijera, pero... la ha estado llamando a su celular, no sé cómo lo ha conseguido, pero Hinata pudo reconocer su voz —la sorpresa en el rostro de Hiashi hizo que Neji notara que él no sabía nada al respecto de esas llamadas, es más, se puso hasta pálido de sólo imaginarlo.

Hiashi miró al suelo, medio aturdido, nada de esto estaba bien.

—Escucha, Neji —habló el hombre—. No me gustaría que tú te tuvieras que enterar de esto, porque sé que te causará mucho daño... pero creo que ha llegado el momento de que sepas la verdad.

A pesar de lo enigmático de esas palabras, Neji se mantuvo sereno y firme, ¿a él en qué le podría afectar un secreto sobre una tía a quien vagamente recordaba?

—¿Entonces sí hay una verdad oculta en todo esto? —cuestionó, viendo al mayor asentir con la cabeza.

—Así es, pero no puedo decirte nada ahora. Debes irte a la escuela y... a tu regreso te lo contaré todo —Hiashi sólo veía hacia el suelo con la mirada perdida, mientras Neji, al no comprender muy bien su actitud, solo asintió y salió del despacho. No tomaría con seriedad la actitud de su tío, sólo quería ayudar a Hinata y, fuera lo que fuera esa verdad, era mejor saberla que mantenerla oculta para siempre.

Luego de salir del despacho, vio que Hinata lo esperaba afuera para irse a la escuela, pero estaba más seria de lo normal.

—Se lo dijiste, ¿verdad? A pesar de que te pedí que guardaras silencio —dijo un poco enfadada, se sentía traicionada por su primo, a quién le tenía más confianza que a nadie.

—Lo siento, Hinata... —Neji suspiró—. Pero tú tienes derecho a saber la verdad, y sé que no serás capaz de preguntarle, por eso lo hice, sé que debes de estar enfadada.

Y sí que lo estaba, pero, a pesar de eso, Hinata lo miró con una tierna sonrisa, demostrándole así que no le guardaba rencor, en el fondo, sabía que su primo tenía razón, ella anhelaba la verdad y no iba a ser capaz de exigirla por sí sola.

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Esa mañana, para variar, Naruto se había quedado dormido, así que se levantó corriendo, desayunó apenas un trozo de tostada y salió corriendo, su hermana ya se había ido a la escuela desde hace un rato, junto a su padre, así que lo dejó atrás.

—Rayos, rayos —se quejaba mientras corría hacia la parada de autobús, pues había olvidado llenar el tanque de la motocicleta, además, el nuevo sub director ya le había llamado la atención por asistir a clases en un vehículo "no apto" y él creía que era mejor no hacer enojar a ese sujeto raro.

Amores de Secundaria (Editada)Where stories live. Discover now