ɢᴀʏ (ᴡᴀɴɢxɪᴀɴ)

Capítulo 3

Lan WangJi (5 años atrás)

—Es una dama de buena familia, tiene modales excelentes, hija única. Me parece un buen momento de que contraigas matrimonio antes de que... te desvíes — comentó mi tío con desdén.

—WangJi tiene veintidós años, es joven aun, no creó que sea necesario pensar en matrimonio tío — mi hermano intento interceder.

—Se lo que haces XiChen, WangJi debe casarse esté año porque en el siguiente tu tomaras el liderazgo de la familia y obviamente dejaras que haga lo que quiera — era obvio que no se podía hacer nada — permití que se fuese a vivir con la familia de su madre para ver si de ese modo calmaba sus impulsos hormonales, pero ahora está aquí.

Estaba tan cansado de dejar a mi hermano en posiciones difíciles, estaba cansado de llevar la contraria a tío cuando él nunca se rendía.

—Iré a verla — cerré los ojos ante lo dicho y la mirada de Wei Ying llegó como un golpe seco — no pierdo nada en hacerlo.

—Buena respuesta — parecía tan satisfecho.

—WangJi — mi hermano iba a comenzar y lo menos que necesitaba en esté momento es que me dijese algo para intentar que me sintiese mejor.

—Está bien, hermano — era mejor irme.

-n-

Ella era, completamente diferente a lo que esperaba, simplemente parecía no estar feliz de encontrarse conmigo en un restaurante carísimo pagado por nuestros familiares.

—Me llamó Wen Qing — hizo un amago con la mano restando importancia a su presentación y bebió con rapidez de su copa de vino — lo necesitaba.

—Soy Lan WangJi — correspondí a su presentación, no quise decir más de lo necesario.

—Te ves tan feliz de estar aquí — se mofo — mira solo comamos y finjamos que esto nunca sucedió.

Sonrió complaciente y aquello me alivio.

—Mmh — mi respuesta pareció sorprenderle.

—¿No insistirás? — negué — vaya, eso es genial. Pidamos más vino entonces, por lo desdichada que es nuestra vida.

—No me gusta beber — ella sonrío con autenticidad por primera vez.

—¿De verdad? Es una pena, yo no bebo porque mi familia no me lo permite, entonces intento aprovechar al máximo las ocasiones.

Llegó el mesero a preguntar por lo que queríamos y mientras ella ordenaba me tomé el tiempo de observarla, solo que no me causaba nada.

—Ya que estamos aquí — cuando el mesero se fue, ella continuo la platica — debes estar bromeando en buscar matrimonio, cuando me dijeron que tenías veintidós años, me dio un infarto total, me hizo sentir algo vieja.

—Solo tienes veinticuatro — ella sirvió vino en mi copa y yo negué.

—Si, es algo triste. Solo que yo no pedí nacer en una familia de mierda que se cree dueña de mi vida solo por ser la única mujer, lo más tonto es que ni siquiera mis padres me criaron, fue mi tío, ya que el tuvo puro herederos varones, decidió que también quería una niña.

—Estoy aquí con veintidós años porque soy gay — ella comenzó a ahogarse con el vino.

—¿De verdad? Eso explica porque no me veías los pechos — era una descarada.