32, Una Pelea Más 2

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  20 minutos después

Íbamos a empezar a hablar, pero salió mi papá a recordarme que debíamos irnos, ya que mi hermana Lucía nos había invitado a cenar, para celebrar el cumple de su esposo. Como vio que Alejandro estaba conmigo, lo invitó a irse con nosotros.

Me pareció una idea un poco mala en estos momentos, pero Ale aceptó la invitación y se subió al coche.

Mi papá manejó, de copiloto iba mi mamá con mi sobrinito en brazos, en el asiento de atrás íbamos, Ale pegado a la ventana, yo a un lado de él, Brenda pegada a mí y mi hermano Leo en el otro extremo cargando en  sus piernas a Cinthia, no pudimos ir en la camioneta ya que se descompuso y está en el taller.

Como la inteligencia últimamente le brota mucho del cerebro, Alejandro decidió que era una excelente idea ir hablando del tema en el coche, con todos presentes, me susurró...

—¿Quieres terminar conmigo? Hazlo delante de tu familia.— así de inmaduro esta tomando el tema.

—¿Por qué te estás comportando como un idiota?— también susurré, ya que en verdad no quería que mis papás escucharan la espléndida conversación.

—No me dejas otra opción.— lo dijo tan tranquilo que lo único que pasó por mi mente fue un pensamiento asesino.

—El adulto de esta relación eres tú, te recuerdo — seguíamos susurrando.

—Y tú una niña que 'no está a mi altura'.

Esa frase me cayó como agua helada, escuchar que la dulzura con la que siempre me hablaba ya no está, sentía mi sangre hervir del coraje.

—Sí no estoy a tu altura, ¿quién te detiene para que te vayas? Un "adulto" como tú no tiene nada que hacer con una "niña" como yo ¿no crees?

No me respondió nada, en el camino solo iban saliendo mis lágrimas y las limpiaba rápido para que nadie las viera, no quería interrogatorio de mi mamá y que terminara defendiendo a Ale.
Desde que supo que él ayudó a mi papá para poder irnos a Jalisco, se convirtió en su fiel seguidora, mi papá no tanto pero también le tenía un gran aprecio.

Por eso no quería que ellos supieran que estábamos discutiendo porque aunque no le dijera la razón, mi mamá siempre decía que yo era una exagerada y que él tenía razón, porque yo era muy berrinchuda cuando se trataba de Alejandro, cosa que nunca ha sido verdad, solo que él se ha encargado de hacerme ver así delante de ella. Él se encargó de hacer que mi mamá creyera ciegamente en él, haciéndole favores, le hablaba todos los días para saber cómo estaba etc. Se ganó su confianza, cariño y lealtad, sobre todo esto último.

Quizás se pregunten por qué no simplemente le digo la verdad a mis papás y ellos mismos se encargarán de alejarlo, pues simple, yo me metí en esto y sola debo salir, siempre he creído que soy algo madura para mi edad y me gusta resolver mis problemas, eso incluye todo lo que tenga que ver con Alejandro.

Llegamos a la casa de Lucía y todos la saludamos, entramos a cenar y todos platicaban muy alegres, yo le dije a mi papá que me dolía mucho la cabeza y que iría al coche a recostarme.

—¿Qué haces aquí Adara? — salió Alejandro a buscarme.

—¿Ya no soy tu pequeña? ¡hee! — sonreí con ironía.

—Cuando te comportas así no —contestó con el ceño fruncido cruzando los brazos.

—¿Qué haces tú aquí, no deberías estar lamiéndole las botas a mis papás?

—Sabes que tus papás me quieren mucho, no necesito hacer eso. — ambos sabemos que eso es verdad.

—Definitivamente, debemos parar ésto, ya no podemos estar juntos, en los últimos días lo que único que hacemos es pelear, discutir por cualquier cosa.

—No lo voy a aceptar, no te dejaré.

—¿Te das cuentas de lo obsesionado que estás conmigo? Tú no me amas, solo estas aferrado a mí, porque soy la única persona después de tu papá que te ha dado amor. No te llevas bien con tu mamá, desde que tu papá falleció ha llevado a muchos hombres a tu casa y lo evitas estando conmigo.

—Cállate maldita sea— levantó un poco la voz, apretando los dientes— eres una niña que no entiende nada.

—Así es Alejandro, soy una niña, deberías alejarte de mí.

—Pues no lo haré, no me alejarás otra vez.

—¡Haz lo que quieras!, solo no me molestes, me duele mucho la cabeza. Deberías entrar a seguir poniendo tu cara del mejor novio de mundo.

Se fué, y yo no hice mas que llorar, de impotencia, frustración, desilusión, tristeza y enojo.

Siento desilusión porque, lo amo, por todo lo que hemos pasado juntos, por todos los momentos lindos, por todos los te amo, por todos lo días que ansiaba verlo llegar a mi casa, por esa promesa de casarnos algún día y formar una familia, por cada vez que decía que yo era su hermosa niña de a lado y me hacía sentir en las nubes.

Desgraciadamente no se puede vivir de los recuerdos, si una relación no está bien, ¿para que seguirla?

Un Amor Adolescente Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ