Capítulo 26

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   Seyeon

Mierda, claro. Es que no era sólo responsabilidad de Tae cargar con un condón, ni siquiera sé porqué asumí que él tendría uno.

De repente me sonrió de lado y comenzó a gatear sobre la cama para levantarse y caminar hasta el lugar donde guardaba toda su ropa que dejaba aquí en mi casa.

Al ver como caminó tan confiado hacia ese lugar, no pude evitar mirarlo desde atrás. Ver como los músculos de su espalda se flexionaban por estar buscando algo entre las cosas y la manera en que se giró mientras agitaba un sobre plateado entre sus dedos, me dejó un poco descolocada.

Una persona como Tae no es algo que sea tan común de ver, él no era como la gente común que camina por la calle a diario. Y pensar en eso me dejó aun más aturdida.

Es que estaba a punto de tener mi primera vez con él, con Taehyung. Con el chico del que yo estaba locamente enamorada.

Me acomodé mejor sobre la cama mientras estiraba mis manos lista para recibirlo en un abrazo de nuevo.

Él me sonrió dejandome ver como sus ojos se achicaban y mordía su labio tratando de no sonreír más.

Se acercó a la orilla de la cama y dejó que tirara del cuello de su camisa para ponerlo de nuevo sobre mí.

Taehyung me miró mientras seguía sonriendo y su mirada fue bajando por todo mi cuerpo como si estuviera viendo algo asombroso, hasta llegar a esa parte donde estábamos deseando no tener ni una sola prenda de por medio.

Vi como dejaba de sonreír de a poco para luego tensar su mandíbula mientras acercaba su cuerpo al mío sin pena alguna.

No pude evitar gemir en su oído y llevar mis manos hacia su espalda para tratar de sujetarme de algo.

Mis manos picaban y la necesidad de sentir su piel cada vez se hacía más fuerte, por eso mismo y sin preguntarle o pedírselo, le quité la camisa con los movimientos más erráticos que existen.

Pero Tae no se quedo atrás, volvió a empujar su pelvis contra mi centro y pasó un brazo por debajo de mi cuello en cuanto me arqueé contra él. Atrayendome más para quedar cara a cara mientras sus movimientos no cesaban

—¿Sientes eso?, mira lo duro que me tienes -su otra mano fue a parar a mis labios donde dejó dos dedos sobre estos-. Abre la boca, Seyeon.

Quería esto, quería descontrolar a Tae, quería nublar sus pensamientos tanto así que no pueda pensar con claridad lo que hace o que dice. Quería sacar la parte más lujuriosa de él.

No contesté y sólo abrí mi boca para poder sentir como los dedos de Tae profundizaban cada vez más sin hacerme daño y se enredaban con mi lengua mientras podía sentir como estaba encantado de que yo hubiese tenido la iniciativa de cerrar mis labios sobre estos, simulando que estaba haciendole una mamada.

—Eso, hazlo así, justo así -Tae me sonrió de manera rápida antes de sacar sus dedos de forma abrupta y tomar mi mentón para que lo mirara-. ¿Quieres que siga?

—Si -respondí desesperada mientras caía en cuenta de algo-. Eso quiero.

A pesar de que Tae y yo estábamos comportandonos como dos animales fuera de control, ninguno de los dos había dejado la delicadeza de lado.

Pero ninguno de los dos pensaba esperar más.

Lo vi alejarse de mí mientras yo sólo podía escuchar un poco de lo que hacía antes de mirar en su dirección y ver como su pantalón caía al suelo.

No tarde nada en incorporarme sobre mi cama y quitarme rápidamente el pantalón corto de mi pijama junto con mis bragas, para el momento en que lleve las manos a mi espalda para desabrochar mi sujetador pude ver de reojo como Tae estaba parado a mi lado mientras recargaba una rodilla sobre la cama y sus manos estaban ocupadas haciendo algo sobre su miembro.

eighteen | Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora