Capítulo 4

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A pesar de que ayer Tae y yo hablamos un poco sobre el tema, no me dijo quien era su amor secreto. No le voy a preguntar, por que como dije anteriormente, si él no me quiere decir quien es, sus razones a de tener.
Quise mirar a Tae para ver que semblante puso. Acababa de decirle a Jimin que odiaba que se metieran en sus asuntos y al enano se le ocurre preguntar eso.

Para mi sorpresa cuando volte a verlo, él ya me estaba mirando a mi. Pensé que me había volteado a ver para negar junto conmigo que Jimin fuera tan estúpido y no entender lo que acababan de decirle, o que prefería mirar a otro lado para no matarlo, pero no se veía enojado, se veía pensativo. Estaba a punto de preguntarle cuando Jimin se levantó de un salto de la banca que estaba en frente de Tae con la boca abierta.

-No puede ser -miro aleatoriamente a Tae y a mi-. No puede ser. Te-te- te gusta--
-No te dije quien Jimin, cállate -lo interrumpió Tae mirándolo amenazadoramente.
-No es necesario decirlo con palabras. No te preocupes, no voy a decir nada, pero no puedo creerlo, bueno era de esperarse, todo el tiempo estas detrás de--
-Jimin creo que mejor te vas a sentar -lo volvió a interrumpir Tae pero esta vez levantándose de su lugar y llevando a Jimin a sentarse hasta en frente de la clase.

Cuando llegaron a la banca de en frente, Tae recargo un brazo en su respaldo y Jimin estaba con los pies a un costado, mirándose cara a cara.
Me dio la impresión de que Jimin estaba lanzandole muchas preguntas por que estaba incluso contando con los dedos. Jimin volteó a verme y me guiño un ojo, Tae le dio un golpe en la cabeza, creo que no le estaba poniendo atención. Tae lo señaló con el dedo en modo de advertencia y Jimin levantó las manos como disculpandose por algo.
Tae regreso a su asiento a lado de mi, me miró y se dio cuenta de que estaba buscando una explicación.

-Jimin... supone cosas... tenía que aclararselo -me dijo con la respiración entre cortada, como si hubiera corrido un maratón al rededor de toda la escuela.

-Mira Tae, si no quieres que me entere quien es tu amor secreto no te preocupes, no tengo ni la más mínima intención de saber quien es.

Si no quería que lo supiera estaba bien, pero ¿no podía ser más discreto?, era obvio el hecho de que quería ocultarmelo, qué importa quien es, incluso si es un chico no me interesa, pero soy su mejor amiga y por alguna razón que desconozco me lo esta ocultando.

-No es que no quiera que lo sepas, pero necesito que te des cuenta tú.
-¿De qué me voy a dar cuenta, de quién es?, ¿Que diferencia hay si me doy cuenta o me lo dices tú? además, como se supone que voy a darme cuenta, no tengo ni la más mínima sospecha de quien podría ser.
-Podrías darte cuenta si estuvieras menos bloqueada de pensamiento.
-Bueno ya te dije, me da igual quien sea, fuera de que tú no me quieras decir yo no quiero saber quien es.
Estaba por contestarme pero sonó la campana. Me señaló hacia arriba, quería que fuera a la azotea.

-Te espero arriba Seyeon.
-¿Para?
-Quiero hablar contigo sobre lo nuestro.
Lo dijo como si nada, volte a ver a todos lados para asegurarme de que nadie hubiera escuchado nada.
-Baja la voz Tae.
El gruño.
-¿Que tiene?, ¿Te da pena o no quieres que nadie se entere?
-Ambas.
-¿Por que?
-Es algo entre nosotros dos, no hay necesidad de que sea entre tres, cuatro o cincuenta personas.
Apretó los labios y sólo me dijo.
-Te espero arriba.

Cuando nos citabamos en la azotea normalmente iba primero uno y después el otro, para no levantar sospechas.
Habían pasado 2 minutos cuando me levanté para ir, salí del salón y estaba apunto de subir las escaleras cuando alguien me tapo los ojos y me impidió subir.

-¿Quien soy Seyeon? -dijo alargando mi nombre.
-Jimin-ssiiiiiiiiiii -dije alargando el suyo.
-Si me sigues llamando así, no te daré lo que voy a darte -me destapó los ojos y me dio la vuelta para mirarlo.
-No quiero saber que es lo que quieres darme -dije riendo y tratando de subir las escaleras de nuevo, Jimin era un coqueto sin remedio.
-No es eso tonta -me jaló del brazo impidiendo mi camino hacía la azotea-. Aunque no me parece mala idea -levantó las cejas insinuandose.
-Ya me voy -dije dandome la vuelta.
-Era broma, era broma -dijo tomándome de la mano-. Véndate los ojos con esto.
De su bolsillo saco un pañuelo de tela amarillo y me lo dio, me lo acomode a modo de no ver nada.
-Si me tiras por las escaleras o algo así, mi fantasma te perseguirá hasta el final de tus días gritando "Jimin-ssiiiii, Jimin-ssiii, no seas estúpido, siempre debes utilizar condón" -le dije haciendo referencia a un pequeño susto que tuvo hace algunos meses.
-Ohhhh, tengo que evitar que eso suceda, supongo que tendré que pasar al plan B -dijo riendo y ayudandome a abrocharme el pañuelo por detrás, Jimin podrá ser el más coqueto, pero es el amigo que toda persona merece tener.
-Ahora camina todo derecho -me tomo de las dos manos y me ayudo a caminar-. Espera -escuche como abrió una puerta-. Ahora sigue.
Cuando cruze la puerta me llegó un olor a polvo, pero no por no darle mantenimiento a algo y que estuviera sucio, si no por oler algo de antaño, algo viejo.
-Recargate aquí en la mesa -puso mis manos sobre una mesa para sentirme estable.
Escuché como apagaban las luces y cerraban la puerta, después sentí que Jimin se acercaba detrás de mi y me quitaba el pañuelo.

eighteen | Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora