Capítulo 40

2.1K 225 47
                                    

   Jungkook

Mierda, dolía horrible, incluso el algodón me dolía cuando tocaba mi pómulo.

No puedo creermelo todavía. Cómo era posible que estuviera a las tres de la madrugada metido en el baño de mi habitación viendo un video de mierda en internet sobre cómo tenía que curarme las heridas para que no se me infectaran.

—Jodido Taehyung.

Volví a presionar el algodón sobre mi pómulo y apreté los dientes para no hacer ningún tipo de ruido.

Unos golpes se escucharon en la puerta de mi habitación y me asomé para ver quién era... supongo que era él por que ninguno de los trabajadores suben a no ser que se los pida.

—Pasa -me metí de nuevo al baño y no esperé a verle la cara, seguro me preguntaría que hacía despierto a estas horas de la noche.

—Jungkook -lamenté no haber cerrado la puerta del baño cuando su cara se asomó en el cuarto con los ojos bien abiertos y me vio de pie frente al espejo tratando de curarme las heridas-. ¿que te pasó?

—Nada -me aclaré la voz cuando él se acercó aún más para verme-. Sólo... me caí.

Pude ver por el espejo como hacía una mueca de inconformidad y esperé a que hablara y me dijera lo que venía a decirme desde un principio.

—Las limpiaste bien ¿cierto?

Asentí y con mucho cuidado puse el algodón sobre mi pómulo para volver a precionarlo.

Él se acercó hasta llegar a mi lado y vio con atención todo lo que tenía sobre el lavabo.

—Esto se tenía que poner antes, ¿si lo hiciste verdad?

Me mostró un frasco con un líquido de color café en su interior, seguía sellado así que pudo darse cuenta de que no lo había hecho.

Bote con fuerza el algodón sobre el lavabo y me dispuse a revisar de nuevo mi celular para ver desde un comienzo el video, aunque estaba casi seguro que no me había perdido de nada.

—¿Estas viendo un video por internet para curarte las heridas? -preguntó mi papá y se quedó observando la pantalla a mi lado.

—Si -respondí sin más y esperaba que dijera lo que sea que venía a decirme.

—Déjame hacerlo -tomó el frasco que antes me había mostrado y lo abrió antes de poder detenerlo.

—Lo hago yo -intenté tomar el frasco pero no me dejó y se giró para tomar un pedazo de algodón y mojarlo con otra cosa que no tenía ni idea de que era-. Eso arde, ¿no?

Él negó con la cabeza y mojó aún más el algodón, tomó el celular de entre mis manos y lo dejó a un lado para que tuviera más espacio para acercarse a mí. Lo detuve por la muñeca antes de que tocara mi pómulo.

—De verdad no arde Jungkook, es agua no alcohol -sin esperar a que dijera algo, dejó el algodón sobre mi pómulo y comenzó a limpiarlo con pequeños golpecitos-. Es por Seyeon, ¿verdad?

Me alejé con brusquedad de él y lo miré confundido.

—¿Qué?

Tomó mi hombro y volvió a acercarme a él para continuar lo que estaba haciendo.

—Cuando saliste se te olvidó apagar la alarma de movimiento que hay afuera y por las cámaras vi al hijo del señor Kim hablando contigo... ¿ellos son novios, no?

Giré los ojos sin poder evitarlo y mi papá comenzó a sonreír.

—Siempre supe que ella te gustaba, era de lo único que hablabas cuando estábamos juntos... todo tu mundo giraba al rededor de ella, todo se trataba de Seyeon. Desde pequeño fuiste muy tenaz a la hora que querer algo, nunca te rendías si de verdad lo querías, ahora creciste, incluso te peleas con un chico por la chica que te gusta, sigues siendo igual. En eso te pareces a tu padre.

eighteen | Kim TaehyungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora