eighteen | Kim Taehyung

Capítulo 28

   —Claro que eres tú, no tengo ni que preguntarlo -fueron las primeras palabras que le escuché decir a la hermosa mujer que tenía en frente mío mientras su sonrisa se ensanchaba cada vez más.

—Un placer verla de nuevo señora Park -hice una reverencia y ella no hizo más que tender su mano para tomarme por el hombro y hacer que me enderezara.

—Oh linda. Agradezco mucho que no me llamaras señora Jeon pero no tienes que ser tan formal conmigo, después de todo te conozco desde que eras una niña -dejó una caja larga que traía entre sus manos sobre el sofá de la sala y estiró ambos brazos hacia mi-. Ven acá y dame un abrazo.

¿Por que se sentía tan cálido?, ¿Por que a pesar de haber visto a esta mujer sólo un par de veces, quería ir a sus brazos y abrazarla? Ni siquiera lo pensé y de inmediato me acerqué a ella para poder aceptar su abrazo con una sonrisa.
Olía... bien. Era un perfume suave y lindo, no demasiado dulce pero tampoco pasaba desapercibido.

—Jungkook dijo que seguías siendo mas pequeña que él, pero no puedo creer que ahora tú y yo tenemos casi la misma estatura -tomó mis mejillas a lo que yo no pude evitar reír por la forma tan atenta en la que me miraba-. Te reconocí por tus enormes pestañas, nadie en Corea tiene unas pestañas como las tuyas. Jungkook siempre presumía a todos en Busan sobre que su mejor amiga de la infancia que vivía en Seúl, tiene los ojos más bonitos que alguien pudiera ver por que tiene unas enormes pestañas largas.

—Mamá -antes de poder procesar lo que acababa de decirme la madre de Jungkook, se escuchó la voz de éste venir de la cocina mientras salía por delante de Jimin.

—Mi amor, puedes ayudarme a poner ésto sobre la mesa, por favor -la madre de Jungkook tomó la caja que había dejado antes sobre el sillón para darsela mientras que buscaba a Jimin que venía detrás de él.

Jungkook asintió con una sonrisa de oreja a oreja y casi podía jurar que fue la primera vez que lo vi sonreír durante tanto tiempo seguido.

—¿Ese es mi lindo Jimin?, ¿pero como es que ahora eres tan alto? -Joomi estiró sus manos a Jimin para que pudiera abrazarla-. Ven acá.

Él saltó en su lugar antes de correr como si fuese un niño pequeño a los brazos de la madre de Jungkook, a pesar de que él era más alto.

—Estaba hablando con Jungkook... sobre una adopción.

Y fue así como después de escuchar la risa de la madre de Jungkook, me di cuenta del por que su hijo la adoraba. Ella era simplemente hermosa.

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—Por lo que tengo entendido... Seyeon, ya tienes dieciocho años, ¿no es así?

Me solté de las manos de Jimin que tomaban las mías por estar jugando a las fuerzas. Y él comenzó a reírse cuando mi codo impactó contra la esquina de la mesa en la que teníamos nuestra cena y tuve que cerrar los ojos por el dolor que me había causado el golpe.

—Si, hace poco los cumplí.

Joomi me miró con una sonrisa brillante y junto ambas manos mientras las entrelazaba por sobre la mesa.
—Bueno, espero que aunque sea un poco tarde puedas aceptar un regalo que tengo para ti.

Ella nos miró emocionada a nosotros tres y yo alterne mi mirada a Jungkook para saber si él sabía de lo que hablaba su madre, pero parecía no tener ni idea por que tenía ambas cejas levantadas y miraba curioso a la mujer.

Joomi se levantó de su silla y fue caminando elegantemente hacia la cocina mientras se perdía detrás de la puerta.
Todo en ella era lindo, incluso el cabello corto le queda increíble y tal y como lo dijo una vez Jungkook, el color de su cabello ahora era café oscuro, y podía decir que le quedaba mucho mejor que el rojo borgoña que le recordaba.