Capítulo 5

2.9K 93 9
                                    

Rachel

La tía Beth se iba el domingo por la tarde, así que la noche del sábado la compartiríamos con ella. Estuvimos todo el día contándole de las audiencias de Quinn, mis buenas notas en la universidad y el hecho de que Evelyn y Quinn están tomando clases de canto. Lo que ocasiona que Puck no pare de insistirles que se una a su banda y ellas le digan que no.

Esa noche estábamos en la sala, mirábamos como Evelyn y Quinn practicaban para una prueba de canto que tenían el lunes. Tenían que aprenderse la versión en inglés de Chiquitita, de Abba. La cantaron con la versión original sonando en el reproductor de música y la tía Beth observaba sonriente. Especialmente a Evelyn, ya que no sabía que pudiera cantar tan bien. Al terminar las aplaudimos y la tía Beth las felicitó por tener una hermosa voz. Miré el piano atrás de mí y se me ocurrió una idea. Me acerqué a Puck y le dije que trajera su guitarra y que se preparara para tocar. Me miró sonriente y salió corriendo a su cuarto. Fui a la repisa y busqué las partituras mientras los demás me miraban curiosos. Cuando vieron entrar a Puck con la guitarra, mi papá Hiriam comenzó a reí junto con Evelyn.

La encontré, me senté sobre el piano y la preparé. Miré a Puck y me asintió. Luego miré a Quinn, ya que debía tener la letra de la versión en español en sus manos. Me acerqué y le quité las hojas. ¡Sí, la tenían! Se las extendí y me miraron sorprendidas mientras me acercaba al piano y colocaba los dedos en su lugar.

«Canten otra vez, por favor»

Puck comenzó y le seguí dos segundos después de observar bien las notas. Mientras tocaba miré por un segundo a Quinn y estaba maravillada. Luego comenzó a cantar.

Chiquitita, dime por qué.
Tu dolor, hoy, te encadena.
En tus ojos hay,
Una sombra de gran pena
No quisiera verte así
Aunque quieras disimularlo
Si es que tan triste estás
Para que quieres callarlo

Quinn cantó esta primer parte sola. Mientras tocaba el piano, escuchaba su voz y me enorgullecía. Puck tocaba junto conmigo y no escuché una voz más hasta que a continuación, Evelyn comenzó a cantar con ella.

Chiquitita, dímelo tu
En mi hombro, aquí llorando
Cuenta conmigo ya
Para así seguir hablando
Tan segura te conocí
Y ahora tu ala quebrada
Déjamela arreglar
Yo la quiero ver curada

Las dos voces juntas, en susurros, eran hermosas. La que más me gustaba era la de Quinn y no lo digo porque sea mi novia, es porque así lo era realmente.

Chiquitita, sabes muy bien
Que las penas vienen y van y desaparecen
Otra vez vas a bailar y serás feliz
Como flores que florecen
Chiquitita, no hay que llorar
Las estrellas brillan por ti, allá en lo alto
Quiero verte sonreír para compartir
Tu alegría, chiquitita
Otra vez, quiero compartir
Tu alegría, chiquitita

Las miré y estaban juntas cantando una al lado de la otra. La tía Beth miraba a Quinn asombrada y sonreí, volviendo a concentrarme en las notas musicales. Mientras que Evelyn cantó lo siguiente sola y su voz era preciosa.

Chiquitita, dime por qué
Tu dolor hoy, te encadena
En tus ojos hay
Una sombra de gran pena
No quisiera verte así
Aunque quieras disimularlo
Si es que tan triste estás
Para que quieres callarlo

Mi papá Leroy se acercó a mí y quedó mirando como tocaba mientras comenzaban con el estribillo alegremente.

Chiquitita, sabes muy bien
Que las penas vienen y van y desaparecen
Otra vez vas a bailar y serás feliz
Como flores que florecen
Chiquitita, no hay que llorar
Las estrellas brillan por ti, allá en lo alto
Quiero verte sonreír para compartir
Tu alegría, chiquitita
Otra vez, quiero compartir
Tu alegría, chiquitita
Otra vez, quiero compartir
Tu alegría, chi-qui-ti-ta

Amor en Londres (Faberry)Where stories live. Discover now