Capítulo 20 (Final)

1.8K 98 16
                                    

QUINN


¿Existe la felicidad? ¿Todos los seres humanos estamos habilitados para conseguirla? No, no es cierto. Todo en esta vida tiene un precio. ¿Quieres ser feliz? Pues antes debes sufrir como condenado para demostrar que te mereces esa felicidad.

Lo que me causa tanta gracia es que muchas personas son puras de corazón y luchan por ser buenos para tener su recompensa y terminan muriendo de viejos, solos.

Yo tuve la suerte de conocer a Rachel. Todos los sucesos me llevaron a lo que tengo hoy en día. Una familia por mi cuenta; mi esposa y mi hija; mis padres; suegros (que siento como padres también); mis cuñados (que son como hermanos); hasta pude reencontrarme con mis hermanas y primas.

No puedo quejarme de nada pero sí me arrepiento de haberle disparado a Finn, no quería que muriera. Aunque Rachel me repite que no es mi culpa, aún así siento que lo es. Ese día me desesperé al pensar que algo malo podría pasarle a Lzzy. Y aunque pasaron meses y mi bebé ya tiene un año, aún siento la culpa dentro de mí.


Es extraño pero en estos meses uso mi tiempo libre para pasar con mi familia y para cantar en la banda de Puck. Covers se hizo famoso y también soy la guitarrista. Hemos tocado en Pubs, bares y radios. No me imaginaba que me iba a gustar tanto estar en una banda, realmente lo disfruto. Aunque ultimamente no tengo muchos deseos de continuar. Me está dando ganas de regresar a la escritura, lo cual me da miedo de tan solo pensarlo.


Amo pasar tiempo con mi hija, ya dice mamá y mami, lo cual es mágico. Papá se encarga de cuidar a Lzzy mientras Rachel termina la universidad, así puedo trabajar.

Puck sale con diferentes chicas todas las semanas, es todo un mujeriego.

Pero es Evelyn la que me preocupa. Hace meses que mi hermana debería haber viejado a Londres y no lo ha hecho. Mi cuñada está debastada y no sé como ayudarla. Hablaría con Rachel para que me ayude a encontrar una solución.

Ya en la puerta de la casa de mis padres, apago el auto y voy directo a la puerta. Golpeo y me abre Martin.


M: ¡Hola, hija!

Q: Hola, Papi. ¿Cómo se portó Lzzy?

M: Oh, no vas a creer esto, Quinn.


Lo miré extrañada mientras me guiaba a la sala, donde descansaba el gran piano de cola nuevo que mi padre había comprado. Allí estaba Papá con mi hija, al verme puso a Lzzy en el suelo y la hizo verme.


J: Mira, Lzzy. ¡Ahí está mamá! ¡Ve con mamá!


Se me llenaron los ojos de lágrimas cuando Lzzy comenzó a dar pasos hacia mí. Me agaché a un metro de ella y estiré mis brazos. Cuando llegó a mí la abracé fuerte.


Q: ¡Oh, mi amor! Estás caminando mi vida, hijita linda.


Mi hija me abrazó fuerte y me sentí increíble. Era lo más maravilloso, verla caminar, dar sus primeros pasos. Rachel enloquecería al verla.

Nos dirigimos a los sillones y Lzzy jugaba con un sonajero mientras le hablaba a mis padres.


J: ¿Cómo vas con el trabajo?

Q: bien, igual que siempre.

Amor en Londres (Faberry)Where stories live. Discover now