Parte 4 Ilusión

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He Xuan permaneció imperturbable ante lo que veía. En realidad, muchas veces había soñado con el mismo escenario y nunca sintió algo. El odio acumulado durante tanto tiempo no era que fuera a dispersarse solo porque los años pasaran.

Ingresó a la mansión y se encontró con un largo pasillo que contenía decenas de puertas. Según el arreglo de Feng Shui, si encontraba la puerta de la vida podría escapar de esta ilusión, pero como la relación se invirtió no podía tocar una al azar.

Camino directo por el camino correcto intentando sentir el flujo de energía pura. En su tiempo como dios le sirvió para entrenar esa habilidad y no tendría problemas para localizarlo.

Sin embargo, la pequeña cosa dentro de su ropa comenzó a moverse de forma inquieta de un largo a otro y finalmente una cabecita se asomó entre los pliegues de sus túnicas.

— ¡Papi tengo hambre!

—"..."

Shi Hen Yu todavía estaba somnoliento y se frotó los ojos, inclinando su cuerpo hacia adelante y rodó en el aire.

He Xuan lo atrapó y volvió a meterlo entre sus ropas—Duérmete.

El pequeño maestro del agua obedeció de forma inconsciente y se quedó dormido de nuevo. He Xuan solo pudo sentir su respiración suave y ligeros movimientos que daba al buscar la posición más cómoda.

Ignorando eso, caminó durante mucho tiempo y no encontró la puerta de la vida, ni una salida. Cada una de las habitaciones desprendía la esencia  del mal, lo que indicaba que de nuevo estaba sumergido en una ilusión. Está vez se trataba de una laberinto. No podía ni avanzar ni retroceder.

En medio del silencio, un ruido sonó. He Xuan bajo sus ojos hacia sus vestimenta de donde provenía el sonido de un estómago hambriento

"Este niño ni dormido podía estar en silencio"

Shi Hen Yu volvió a sacar cabeza, esta vez estaba más despierto y se subió al hombro de He Xuan—¡Tengo hambre!—Repitió.

He Xuan lo tomó del cuello de su hanfu y lo miró—Estamos atrapados—Le dijo para que entendiera que no podía comportarse de forma caprichosa.

Sin embargo, Shi Hen Yu parpadeó varias veces y luego ¡Bam! Una cortina de humo lo envolvió por un momento luego, en el segundo siguiente había recuperado su forma infantil. Se liberó del agarre de He Xuan y comenzó a correr abriendo puertas al azar si temor alguno y como no encontraba nada se iba a la siguiente

Un tic nervioso apareció en el ojo de He Xuan.

Completamente despreocupado, Shi Hen Yu reviso cada habitación que llamaba su atención dentro la energía maligna quería llevárselo, pero al momento de querer tocarlo un escudo invisible se lo impedía. El pequeño maestro del agua estaba inconsciente de este hecho y seguía revisando el lugar.

Un detalle que se dio cuenta He Xuan fue que por más que la cosa causara problemas era imprudente, tenía mucha suerte. Las puertas que tocaba eran todas seguras en menor medida y evadía con éxito aquella donde el peligro acechaba.

"¿Es porque es dios de la fortuna?"  Era la única explicación, pero también podía ser porque Shi Hen Yu sentía la amenaza, sin embargo, viéndolo ser una despreocupado descarto esa opción.

De repente, Shi Hen Yu se metió en una habitación desapareciendo de campo de visión.

He Xuan se apresuró en seguirlo y cruzar el umbral se encontró con un hermoso jardín con abundante flores y árboles Gingko (1) Por el clima parecía primavera, el sol era cálido y había una ligera brisa.

El Tiempo que te he amadoWhere stories live. Discover now