Parte 11 Escapar

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Centenares de peces esqueléticos salieron de las sombras al escuchar el ruidoso llanto de Shi Hen Yu y lo rodearon. El pequeño maestro del Agua los encontró molestos y los apartó con la mano. —¡Déjeme solo!

Su pecho dolía y las lágrimas acumuladas en sus ojos se negaban a ceder. Entendía que llorar no resolvería nada, pero se sentía muy triste. El mejor amigo que trajo lastimó al Señor del Viento, no solo una vez sino dos veces. Cuando pensaba en eso, su corazón palpitaba con fuerza y su garganta ardía arrancándole nuevas lágrimas.

Para los peces esqueléticos su llanto fue insoportable, cómo no podía calmarlo formando un sedan y  cargaron al niño llorón hasta la habitación, también llevaron a Shi Qing Xuan hacia la cama.

—¡Vallasen! —Shi Hen Yu les gritó a los peces—¡Ustedes también son malos!

El gran pez koi y la gran carpa no retrocedieron e intentaron animar al pequeño tirano moviendo sus colas de huesos de un lado a otro, aún así, Shi Hen Yu era infeliz.

Dejó de llorar y se sintió terriblemente enojado. Sus brillantes ojos se opacaron y rostro se cubrió de escarcha. Sus rasgos se tornaron más maduros y finos, dejando atrás por completo su apariencia infantil.

—Lo derrotaré— Declaró. Nadie lastimaba al Señor del Viento, era su papá y solo tenía a él para protegerlo. Esa determinación ardió con fuerza en mente al ver la cara pálida de Shi Qing Xuan.

Al amanecer  cuando los primeros rayos del sol emergieron por los pasillos de la guarida de Aguas Negras, una camada de peces de huesos iba detrás de Shi Hen Yu  intentando detener al pequeño bollo

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Al amanecer cuando los primeros rayos del sol emergieron por los pasillos de la guarida de Aguas Negras, una camada de peces de huesos iba detrás de Shi Hen Yu intentando detener al pequeño bollo. Lamentablemente, Shi Hen Yu usó sus poderes sobre el agua y lo alejó varias veces de camino al estudio de Agua Negras.

—¡No me detengan, iré a derrotar a ese malvado!

Empujó las puertas de hierro sin hacer ruido y asomó su cabeza para ver el interior. Una sonrisa floreció en rostro al ver que He Xuan se encontraba en el lugar.

Pensó que fue discreto al escabullirse al interior y esconderse detrás de un pilar, lo que no supo era que He Xuan ya sabía que había metiéndose con sus mascotas y que podía ver parte de su túnica detrás del pilar. Decidió ignorarlo y seguir leyendo el manuscrito que tenía en sus manos.

Orgulloso de exitosa infiltración, Shi Hen Yu uso los pilares restantes como escondiste para acercarse más y más a He Xuan, de vez en cuando sacaba su cabeza y lo observaba de forma desafiante.

He Xuan levantó sus ojos. Shi Hen Yu se escondió de inmediato y contuvo la respiración "Ese malvado tiene buena intuición" Esperó un momento antes de sacar la cabeza de nuevo y ver que He Xuan ya no estaba mirando.

Sacó su abanico y se preparó para su siguiente movimiento cuando sus ojos captaron dos grandes bollos de carne sobre la mesa. Inmediatamente su boca se hizo agua y tragó inconscientemente. Cómo dios no necesitaba comer para sobrevivir,  una vez que  veía comida tenía la necesidad de comer.

El Tiempo que te he amadoKde žijí příběhy. Začni objevovat