Parte 9 La catástrofe del cielo

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— ¡Llegamos tarde!

Xie Lian y Hua Cheng se habían apresurado en alcanzar a Shi Qing Xuan solo después de pedirle a Pei Ming que regresara al cielo para contactar con Ling Wen. A Pocos metros de llegar habían visto la calamidad del cielo descender y sabían que era demasiado tarde.

Un segundo rayo cayó en forma de lanza y atravesó el cuerpo del Maestro del Viento. Su sangre se derramó por su blanca túnica y retiró la corona en su cabeza, sus cabellos quedaron desparramados por su espalda y parte de su rostro ocultando su expresión.

Para Shi Hen Yu todo había pasado demasiado rápido y fue incapaz de entender que pasaba, primero el Señor del Viento se enojó con él, luego su mejor amigo quiso lastimar al Señor del Viento y de la nada, la persona más importante en su vida estaba herida ¿Fue su culpa?

Aun en brazos de He Xuan se movía inquietamente hasta que logró liberarse, quiso correr hacia Shi Qing Xuan, pero sus ojos captaron la llegada de Xie Lian.

Impotente, Xie Lian se quedó a una cierta distancia cuando sintió unos pequeños brazos envolver su cintura, bajó la cabeza y vio el rostro lleno de lágrimas y desesperación de Shi Hen Yu.

—¡Tío Lian! ¡Tío Lían! Ayuda al Señor del Viento, está herido. El tío Xin Xin dice eres el más fuerte de todos ¡Derrota a esa cosa! ¡Salva al señor del viento!

Habló tan rápido que sus palabras apenas eran entendibles y tiraba con fuerza las ropas de Xie Lian como si temiera que de repente Xie Lian se diera la vuelta y se fuera.

Con dificultad y lleno de dolor, Xie Lian dijo—No puedo.

Los ojos de Shi Hen Yu se ampliaron, tardó entender esa corta frase y su agarre se volvió débil como si perdiera todas la fuerzas dio un paso atrás. Miro a los ojos a Xie Lian—Me portaré bien ...Ya no molestare...

—A-Yu ...

— ¡Eres el más fuerte! Todos lo dicen—Gritó Shi Hen Yu — ¿Por qué no ayudas al Señor del Viento?

Para Xie Lian era difícil explicarle al pequeño maestro del agua lo que estaba pasando. No podía decirle la verdad, decir algo tampoco era una justificación. A pocos metros de ellos vio como Shi Qing Xuan hacía todo lo posible para soportar el juicio del cielo sin ni siquiera gritar.

— Se trata de una calamidad celestial, es una prueba que el cielo pone a los dioses, ningún dios puede interferir hasta que pase el juicio.

Aunque no entendía qué era esa calamidad del cielo, Shi Hen Yu comprendió que Xie Lian no lo ayudaría porque era un dios, entonces, con esperanza miro a Hua Cheng.

— ¡Tío Hua!

Hua Cheng no largo ningún discurso, solo negó con la cabeza destruyendo por completo las expectativas del niño.

"Su alteza"

Fue baja casi en un susurro, pero poderosa  la voz de Shi Qing Xuan viajó por el aire hacia Xie Lian desaparecieron  pocos segundos después —Por favor lleve a A-Yu al cielo. Estaré bien...

—Pero..—Entendiendo que no quería que Shi Hen Yu viera el juicio, Xie Lian cerró la boca y en lugar dijo—Está bien ...

—¡No!

Sin que pudieran detenerlo, Shi Hen Yu ya se había alejado de Xie Lian y corrió hacia Shi Qing Xuan.

Asustado, la expresión impasible de Shi Qing Xuan cambió drásticamente. El miedo se reflejó en sus ojos y las fuerzas perdidas de repente regresaron a su herido cuerpo. Se puso de pie con dificultad cuando un tercer relámpago cayó a la tierra.

El Tiempo que te he amadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora