04

3.6K 191 61
                                    

Dejarse ir

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.


Dejarse ir

No comprendía como la música podía transmitir tanto, y de una forma tan sincera. El hecho de llegar a identificarte con la situación sentimental de un artista por sus letras, y la instrumental de su canción. Esa que te conducía de un estado de quietud a uno en donde, eras consciente de la mayoría de cosas que sucedían en tu interior. Fuesen felices o no. Tranquilas o no. Tristes o no.

No importaba, porque se trataba de vivir el momento.

Vivirlo con intensidad.

Sentirlo con intensidad.

Y es que la mayoría de veces no nos permitimos hacerlo. No nos damos el lujo de vivir con intensidad por miedo. Ese que nos bloquea por completo, impidiendonos hacer las cosas que realmente deseamos. Porque pensamos en los demás, y en el que dirán. Dejándonos así, en el último lugar de decisión. Cuando deberíamos estar en el primero. Sobre todo lo demás.

Tanto así que, cuando te encuentras en dicha situación; una con posibilidad de elección entre lo que realmente quieres y deseas, o lo que te hace ver menos ridículo y, más aceptable entre las personas que te rodean. O en lo que en verdad sientes, junto con lo que crees que sentirán o no por ti...

Optas por la segunda opción. Le das prioridad a la segunda opción, y te dejas a ti al final.

Por más que entiendas que te estas dejando de lado.

Por más que entiendas que te estas dejando ir.

En pequeñas partes, por supuesto. Pero de a poco se hace mucho. Y luego, cuando caes en cuenta de tu realidad, simplemente no eres capaz de reconocerte. Intentas pero sabes que no eres tú, que no estás ahí.

No importa cuántas veces busques porque, no estás ahí. Jamás estarás ahí.

Y es doloroso, pero también difícil.

El no dejarse ir.

El no dejarme ir.

En especial cuando sabía que aunque me encontrara sola, lo haría. Una y otra vez.

No quería, sin embargo lo hacía.

—Te quiero, no te vayas  —hablé, y lo hice de una forma tan baja y sutil, que él no logró escucharme. Y nunca más pude repetirselo. Era tarde, por supuesto.

Ya se había marchado para entonces.

Llevándose consigo la mejor parte de mí. La que vibraba en colores bonitos y palabras sinceras. Esa que sabía, no sería capaz de recuperar jamás.

Romantizar la vidaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon