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02|Romantizar la vida
Estaba cansada.
Y no, no hablaba de ese cansancio que se revertía con un par de horas de sueño.
Hablaba del cansancio mental.
Porque tenía, y en exceso. Ciertas cosas que tal vez antes lograban brindarme un poco de tranquilidad, ya no lo hacían. O al menos no de la misma forma. No fue repentino, por supuesto, pero si más rápido de lo que me hubiese gustado.
Mis padres solían decirme que, era completamente ridículo que me sintiera de esa forma, porque no hacía nada más que estudiar. No tenía la responsabilidad de llevar una familia a costa, ni la obligación de tener que sustentarme por mi propia cuenta.
Comparaban su vida con la mía. Minimizando mis problemas.
"Pasé por situaciones peores que tú y sin embargo estoy aquí"
"A tu edad no tenía un cuarto de lo que posees"
"¿Acaso no te hemos brindado todo?"
"Recibes apoyo suficiente, en cambio yo..
Pero esas cosas no me importaban realmente. Y no por egoísmo, sino porque consideraba a cada persona como una especie de mundo. Situaciones o cosas que para alguien no valían nada, para otro lo eran todo. No era mi derecho minimizar ni agrandar nada de eso. Simplemente debía respetar y si mi opinión no les aportaba nada bueno, entonces.. debía guardar silencio.
Siempre recordaba la forma en la que sus repuestas solían afectarme, y eso era lo que me llevaba a discutir con ambos. No me daban lo que necesitaba, no eran el apoyo que tanto quería. Era una frustración constante que arrasaba con todo lo que sentía y en cierto punto se volvió algo desgastante para todos. Algo dañino para nuestra vida.
Entonces me detuve.
Porque comprendí que ellos no se interesarían por lo que tenía para decirles, ni yo aceptaría las respuestas de mierda que tenían para darme. No se disculparían conmigo por hacer las cosas que hicieron, sino que me culparían de cómo reaccioné después de eso. Con el tiempo comencé a aislarme un poco más de mi familia, y no me refería sólo a ellos dos, sino también de Victoria, mi hermana mayor. Pero con Tori fue inconsciente. Creo que una parte de mi no quería cargarla con mis problemas, por más que supiera que ella escucharía todos y cada uno de ellos sin juzgarme.
