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"CAOS"

No, no solía pedir ayuda muy a menudo. Creo que una gran parte de mí me creía lo suficientemente capaz de poder curar mis heridas sola.

¿Pero lo hacía realmente?

No, por supuesto que no.

Simplemente.. intentaba ocultarlas bien.

Aunque eso no quitaba el hecho de que estuviesen ahí. Yo sabía que estaban ahí.

Lo sabía cada vez que me encontraba en la oscuridad de mi habitación, aferrando fuertemente mis brazos a mis piernas para mantenerlas unidas a mi pecho, convenciendome de que todo estaría bien.

Lo sabía cada vez que las lágrimas se deslizaban por mis mejillas y la opresión en mi pecho se incrementaba con cada segundo que pasaba, impidiendome respirar.

Lo sabía cada vez que me dejaba llevar por el dolor. Ese que me causaba insomnio y se llevaba mis ganas de vivir.

Lo sabía cada vez que miraba mi reflejo. Porque al hacerlo notaba que mis ojos no tenían el brillo que los caracterizaba; ahora estaban.. vacíos. La agonizante tristeza que cargaba en ellos, y que cargaba en mí, era realmente.. difícil de ocultar.

Estaba tan cansada.

Me sentía tan cansada.

Tan jodida.

Entonces cerré mis ojos y me dediqué a respirar con tranquilidad, porque por pequeños momentos sentía que iba a ahogarme. Era mucho con lo que cargar.

Demasiado como para sobrellevar con facilidad.

Inhalé y exhalé.

Una vez..

Dos veces..

Tres..

Pero no estaba funcionando. La angustia se apoderaba de mi cuerpo y la opresión dolía más. Toda esa mierda lo hacía. Dolía.

A veces extrañaba el sonido de mi risa genuina.

Extrañaba ver mis hoyuelos al sonreírle a mi reflejo.

Extrañaba la sincera felicidad que solía acompañarme.

Me extrañaba a .

Y no pude evitar llorar, ni mucho menos contener los sollozos ahogados de mi voz quebradiza. Necesitaba dejar salir toda esa angustia que cargaba para poder respirar.

Por más que una pequeña parte de mi me repitiese constantemente que merecía  dejar de hacerlo.

—No llores, respira y no llores —me hablé en lo que parecía ser en un susurro. Un mantra. Un deseo. Una grabación lenta y desgastada.

Es sólo una noche más, me recordé también.

Una de muchas más.

En donde el insomnio, caprichoso como siempre, me impediría dormír. El ruido de mis pensamientos no cesaría y yo sólo anhelaría estar en silencio. Otra noche más en la cual me sujetaría más fuerte que nunca.

Romantizar la vidaWhere stories live. Discover now