Chu Yueli no solo se sorprendió; ella ya estaba completamente sin palabras. La cantidad de asombro que sintió en su corazón, incluso superó con creces a la de los demás. Esto se debía a que sabía claramente cómo era la condición de Yun Che hace dieciocho meses. Hablando honestamente, el Yun Che en ese entonces era solo un montón de barro que nunca podría sostener una pared en sus ojos. Si no fuera por la propia insistencia de Xia Qingyue en casarse con él, ni siquiera lo habría mirado directamente.
Mientras tanto, la aptitud, la capacidad de comprensión y la mentalidad de Xia Qingyue eran completamente desconocidas en toda la vida de Chu Yueli. Su constitución que podía cultivar artes profundas sin tener en cuenta los requisitos de fuerza profunda e incluso podía abrir directamente un Dominio, hizo que incluso la Maestra del Palacio Gong Yuxian no pudiera contener su asombro. Había tomado a Xia Qingyue como discípula desde que tenía doce años y la había instruido en las Artes de la Nube Congelada. Incluso había ayudado personalmente a Xia Qingyue a sintonizar su cuerpo usando su propio poder del Reino Profundo Cielo. Durante el tiempo que estuvo en el Palacio Inmortal de Nube Congelada, innumerables tesoros invaluables que habían recolectado durante sus mil años de herencia se usaron sin restricciones en ella. Además, Xia Qingyue no solo tenía a Chu Yueli como maestro; los dos seres más fuertes en el Palacio Inmortal de Nube Congelada, Chu Yuechan y Gong Yuxian, habían gastado una gran cantidad de esfuerzo en ella. Para hacer que su Energía de la Nube Congelada alcanzara una pureza extrema, Chu Yuechan incluso había ido a obtener tres núcleos de bestias del Reino Profundo Cielo a pesar de enfrentar un inmenso riesgo ...
Mirando a través de la historia del Palacio Inmortal de Nube Congelada, nunca habían invertido tanto en un solo discípulo.
Solo después de todo eso, llegó a existir la actual Xia Qingyue.
Sin embargo, en este momento, Chu Yueli simplemente se había quedado allí y observó cómo ese joven que originalmente solo podía considerarse basura, ¡rompía el Dominio de la Nube Congelada de Xia Qingyue!
Xia Qingyue, al poder abrir un Dominio, había puesto patas arriba el conocimiento del sentido común de todos. Pero el hecho de que Yun Che realmente pudiera destruir el Dominio, solo podría describirse como un milagro inexplicable.
Después de destruir el Dominio de la Nube Congelada con el uso de sangre de fénix, la fuerza de Yun Che casi se agotó, y la condición de Xia Qingyue tampoco era mejor que la suya. Al abrir un Dominio utilizando una fuerza profunda del Reino Profundo Tierra, el gasto fue indudablemente extremadamente enorme. El solo hecho de conjurar el Dominio ya había drenado más del setenta por ciento de la energía profunda de Xia Qingyue. Sostenerlo durante unas breves respiraciones de tiempo después, de nuevo agotó más del sesenta por ciento de su fuerza restante. Además de los diversos gastos anteriores, a la actual ella ni siquiera le quedaba el cinco por ciento de su fuerza habitual. Además, cuando el Dominio fue destruido, también la hizo sufrir una cierta cantidad de reacción, lo que había dañado bastante sus venas profundas, lo que hizo que su control sobre la energía profunda comenzara a volverse incómodo.
La cara de Xia Qingyue ya estaba blanca como la nieve para empezar, pero en este momento, era blanca hasta el extremo, hasta el punto de que ni siquiera se podía ver el más mínimo indicio de color sangre. Pero al menos, se veía mucho mejor que Yun Che, que ni siquiera podía mantenerse firme.
Ambos miraron directamente al otro a menos de treinta metros de distancia entre ellos. El dolor y la extenuación brillaban continuamente en medio de la calma dentro de los ojos de Yun Che, mientras que los ojos de Xia Qingyue en cambio se agitaban intensamente, como si aún no se hubiera recuperado del impacto que recibió en ese momento.
