•Capítulo 6: Discusión•

2.6K 172 43
                                    

Narrador omnisciente

—¿Puedes moverte, Hawk? —preguntaste viendo al cerdito ya curado

—Por supuesto. —el cerdito se paró, pero volvió a caer boca arriba— Creo que aún no...

—Lo sabía, un demonio no puede curar a un simple cerdo. —suspiraste

—Ya está curado, sólo que tardara unos minutos en hacer efecto. —explicó Meliodas

—Hmmm. —Merlin puso una mano en su barbilla pensativa— En realidad Hawk no es ningún demonio para que sea compatible con tus curaciones... ¿Acaso sabes algo más al respecto a eso Meliodas?

—Era de esperarse de alguien proveniente de Belialuin, pero no te diré nada.

—Algo ocultas, hablaremos después de eso. —Tn cargó a Hawk en sus brazos

—Bueno. —el rubio se encogió de hombros

—No podemos perder tiempo esperando a que Hawk se recupere, lo llevaré al salón principal de la taberna. —apenas Merlin dijo eso, teletransportó a Hawk a dicho lugar, provocando que éste soltara un chillido de sorpresa antes de desaparecer

—Merlin, vamos a buscar a Elizabeth con tu teletransportación.

—Está bien, capitana.

—Aguanta, Elizabeth. Ya voy por ti. —pensaste preocupada, dirigiéndote a la salida

—No, tú te quedarás. —Meliodas te tomó del brazo

—¿Qué? Debo ir con Elizabeth. —respondiste frunciendo tu ceño con poca paciencia— Suéltame, Meliodas.

—¡Agh! ¡Siempre es esa rata con alas! —exclamó Meliodas esparciendo su materia demoniaca por el laboratorio, desvaneciendo las cosas que tocaba a su paso

—Está arruinando mis experimentos, príncipe Meliodas. —habló Merlin, elevando los frascos y papeles que aún estaban intactos, para que así éstos no desaparecieran. Te dirigió una mirada de ayuda

—Sí iré. —dijiste firme—Y deja de destruir las cosas, eso no hará que cambie de opinión. —el rubio frunció su ceño— No puedes obligarme a quedarme, Meliodas.

—... Bien. —dejó su forma demoniaca y volvió a tener un color de ojos verde esmeralda

La tensión en tu cuerpo bajó al ver que Meliodas se había rendid, pero éste se acercó a tu oído en un rápido movimiento.

—Sólo acuérdate de lo que te dije... No te quiero muy cerca de ella. —se separó de ti con una sonrisa ladina

—A pesar de que no tienes la apariencia del clan demonio, sigues siendo el mismo. —pensaste viendo la apariencia del rubio

Soltaste un suspiro y te giraste para ver a Merlin, ella asintió.

—Vámonos. —ordenó la maga—Estoy segura que nos volveremos a ver, príncipe Meliodas.

—Lo mismo digo. —el rubio sonrió ladino— Le mandaré tus saludos a Zeldris, Tn.

Te pusiste nerviosa al escuchar el nombre de su hermano. Ibas a replicar, pero Merlin te tomó del hombro y las teletransportó sin aviso.

—¡M-Merlin! Debía impedirle que Meliodas discutiera con Zeldris.

—No hubieras logrado nada, Meliodas es un demonio muy orgulloso y posesivo.

—Es verdad... Mejor busquemos a Elizabeth.

Mientras tanto, la albina se encontraba tirada en el piso inconsciente.

Ella Es Mía (Meliodas y Tu)Where stories live. Discover now