Día Lunar (Larry Stylinson) [Omegaverse]

c a p í t u l o 11

Maratón 2/3

[...]

Los chicos llegaron a casa en tiempo récord, Niall lo volvió a cargar en sus brazos y velozmente abrió la puerta, no esperó ver a Jay ya que sabía que estaría en el trabajo, pues eran las 10 de la mañana, así es....

Nunca se podía tener un día de clases normales.

Subió las escaleras y entró en el cuarto de Louis.

—Muy bien Lou—Habló—Acuéstate—Lo soltó para que pudiera ir a la cama, pero sus piernas le fallaron, el rubio lo sostuvo antes de que tocara el piso para después él mismo ayudarlo a recostarse.

—Okey Lou, ¿tienes pastillas supresoras?

Lou negó como pudo, frotándose en las sabanas.

Niall suspiró, el llevaba siempre las suyas consigo pero no podía darle, porque no sabía si le harían bien, son medicamentos delicados y tienen medidas exactas y rigurosas, puede que Lou necesite más cantidad o puede que menos, no se iba a arriesgar a dejar a su amigo infértil.

Los agudos chillidos necesitados de Lou interrumpieron sus pensamientos.

De pronto una lucecita se prendió en su cabeza, ¡El dildo!, eso era lo que necesitaba.

—¿Louis donde tienes el dildo?—Preguntó apurado.

Recibiendo una mueca de confusión.

—El maldito pene que te compré.

Lou relajó su rostro comprendiendo—Es..-taa.a en el ar..-mar..rio.

Niall sin pensárselo fue en busca del juguete al armario, lo buscó entre la ropa prolijamente ordenada, la halló en el fondo en un rincón oscuro y vacío en donde se veían algunos pares de zapatos.

Tomó la caja y cerró la puerta del closet.

—Toma—Le tendió la caja y la abrió—Sácalo.

Lou obedeció sin rechistar, el dolor era insoportable y haría lo que fuera para apaciguarlo.

Ya con el consolador en la mano miró a Niall.

—¿Qué..s-ee supon..ee que ten-go que h..aceer?—Sintió un tirón en su vientre sacándole un gemido gutural, se frotó en la cama con necesitad.

—Ay por dios Louis, ¿enserio te lo tengo que explicar?—Suspiró—Te lo metes por el ano y listo—Lo dijo fácilmente.

Louis lo miró horrorizado, él no quería que su primera vez fuera así.

—Me iré, te daré tu privacidad, volveré en algunas horas con repuestos.

Sin más el rubio salió de la habitación dejando totalmente confundido y avergonzado al castaño.