27

3.2K 188 46
                                        


Ya estaba en casa, apenas llegué me bañe para sacar todo el olor a cigarro y alcohol impregnado en mi cuerpo, Tomás ni se dió cuenta cuando me fuí.

Mis papás no estaban, generalmente los domingos se iban a las chacras para pasar un rato en pareja y obviamente sin mí.

No hice más que sentarme en el sillón, que el timbre sonó. Maldije en voz alta mientras rogaba que no sea nadie extraño, porque solo estaba en ropa interior y abrí la puerta.

-Cambiate que nos vamos- habló el peliverde y entró como Pancho por su casa.

-Buen día bebé, yo también estoy bien- hablé sarcástica.

-Hola mala persona que me dejó durmiendo solo- cruzó sus brazos.

-¿Te bañaste?- me acerqué y toqué su cabello, estaba húmedo. -Al fin, sucio de mierda- bromeé.

-¿Vos te bañaste?- pero a diferencia de mí, él tocó mí feminidad.

-¡Tomás!- me quejé para acto seguido reír.

-Yo quiero un rapidin- pidió cual niño chiquito.

-¿A donde vamos?- lo ignore mientras subía las escaleras.

-A la pileta de un amigo de Alejo- respondió. -Amor dale, cojamos- tiró de mi brazo.

-No- negué divertida.

-Hace como cuatro días que no la pongo, ¿Sabes como tengo los huevos?- preguntó sentándose en mi cama.

Una gran carcajada salió de mí.

-Sos un asqueroso, hacete una paja- abrí un cajón para sacar las miles de bikinis que tengo.

-Yo te la quiero poner Morena, no me sirven las pajas- hizo un puchero y volví a reír.

-¿Cual de éstas?- tomé una rosada y otra de colores, mis favoritas.

-No me importa- puso cara de enojado.

-Yo que me iba a arrodillar para rezar- respondí, al instante le cambió la expresión.

-La de líneas- sonrió.

Me desvestí frente a él a propósito, no tardé ni medio segundo en percatarme de su erección y sonreír maliciosa.

-Listo- tomé un vestido y me lo puse encima. -Vamos.

-¿Que? No- se quejó.

Definitivamente no podía decirle que no a un rapidin con éste hombre.

[...]

Dejó la moto justo en la entrada de la enorme casa y bajamos.

-¿No sabes si venía Iara?- arrugue mi nariz.

-No amor, pero el gordo dijo que hasta que ella no lo perdone no va a salir más de su casa- respondió con una pequeña risita.

Todavía tenía que hablar con ella, que me diga que pasó.

Esperamos a ser atendidos y apareció Seba.

-Tardaron un montón amigo- habló en cuanto nos vio. -Pasen tranqui, con confianza- nos dedicó una sonrisa. La cual no correspondí, ¿Le presenta minas a mi novio y se supone que tengo que tratarlo bien?.

Ellos se saludaron como siempre y seguimos al más delgado hacia el patio, de los que conozco solo estaba Alejo, Franky, Neo y Chulu; el resto eran chicas.

•Complicado•// C.R.OTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang