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No hicimos más que pisar la vereda y ahí estaban las chicas de hace un rato, con un grupo bastante grande de chicos, quienes nos miraban fijamente.

-Morena, volvé adentro, corré a la barra y decile al pibe que Cenfe lo llama- habló rápidamente. Me costó reaccionar, por lo que agarró mi brazo y me hizo a un lado. -Yá Morena- elevó su voz.

Dicho y hecho, eso hice, corrí hacia ese pibe, había mucha gente, por lo que tuve que colarme.

-Dijo Cenfe que te necesita afuera- hablé antes de que él pudiera decir algo. Su expresión cambió totalmente. Dejó todo lo que estaba haciendo, agarró su celular y comenzó a correr mientras llamaba a alguien.

No sabía muy bien que hacer, quería buscar a Nicki, pero tampoco podía quedarme sola, así que volví afuera.

Al salir me encontré con una escena la cual me dejó perpleja, el chico que intentó besarme estaba peleando con Tomás, los dos estaban ya en el piso. Intenté acercarme pero una de las chicas se percató de mi presencia y comenzó a caminar de manera desafiante hacia mí.

Miré hacia los lados, esperando que Nicole aparezca por arte de magia. El corazón se me aceleró a mil.

-¡Homer ayudala!- el grito desgarrador de Tomás me hizo volver a la realidad.

Tiraron de mi brazo como si fuese un juguete, básicamente me hicieron volar hasta estar dentro de una ronda donde todos eran hombres.

-Ya fue, yo me meto- habló uno de ellos, lo reconocí, era ese tal Duki.

-Dale Homer, pasame el fierro- reprochó otro, éste era morocho y bastante parecido a el chico que me salvó de semejante paliza que iban a darme.

Volví a mirar la pelea, nadie se metía, el peliverde estaba encima golpeándolo sin parar. Hasta que apareció otro chico, lo agarró por el cuello y comenzó a ahorcarlo.

-¡Dejalo, la puta que te parió!- gritó Duki. -¡Dejalo porque te mato!- se acercó para después intentar ayudar a su amigo.

Rápidamente se convirtió en un "todos contra todos" Ya que la pelea no era justa. Entre los gritos y que no podía dejar de mirar lo que pasaba, no me di cuenta que nuevamente había quedado sola.

-¡Morena!- gritaron eufóricos. Gire rápidamente, encontrándome con las personas que más precisaba en este momento.

-¡¿Donde estabas?!- Nicki se aferró a mi, comenzó a llorar sin parar.

-Me pedí- mentí. Al separarnos miró la pelea.

Me daba mucha pena ver a Tomás con la remera llena de sangre y su pantalón roto. Aunque el otro chico estaba incluso peor.

-Siempre lo mismo- bufó ella.

-Si, esperá a que el Cenfe se enoje- habló Daniel. Nadie hacia nada, todos filmaban como si fuese un espectáculo.

Abrí exageradamente mis ojos cuando de la nada apareció un arma en las manos del peliverde. Quedé atónita ante la situación, el miedo se apoderó de mí.

-¡Dale, veni!- gritó apuntando a uno.

-Vamos- Mateo agarró mi brazo, pero yo no quería moverme.

-More, vamos apurate- pidió Nicole.

-¿Que hace?- susurre. La mayoría se estaba yendo, ya que también se asustaron.

-Lo de siempre- respondió sin más.

-No- negué rápidamente.

-¿No?- fruncio el ceño. -Te dije que no lo conocés, él es Tomás, ese que sale, se droga, arma bardo por diversión y termina así- lo señaló.

Comencé a caminar junto con ella, no sin antes mirarlo por última vez. Me miró a los ojos, lo que provocó un escalofrío en mí.

Todo el trayecto fue silencioso, la música bajita y algunos dormían, aunque no hice más que pensar en lo que pasó.

Sentía la necesidad enorme de agradecerle para toda mi vida, porque sin él no sé que hubiese sido de mí esta noche.

Todavía no entendía porqué lo hizo, que se le cruzó por la cabeza para defenderme así. En cuanto llegamos al barrio cada uno se fue a su casa, menos yo.

-Quiero quedarme acá- me senté en el sillón.

-Yo duermo acá, vos en mi pieza- negó con la cabeza.

-Porfavor- pedí con una pequeña sonrisa. Ella solo puso sus ojos en blanco y desapareció por las escaleras.

Tenía pensado ver al cara tatuada, así que esperé unos minutos antes de salir nuevamente a la calle. Me sorprendía muchísimo lo que estaba haciendo.

Me senté en la vereda y esperé.

Al cabo de unos diez minutos escuché una moto, supe que era él. Miré hacia un lado y sí, efectivamente era Tomás.

Caminé hasta la esquina, éste al verme sacó su casco y me observó sorprendido.

-¿Estas bien?- preguntó. Asenti, sin decir nada. -Morena, yo...- susurró, estaba nervioso.

-No me importa lo que hagas con tu vida, solo quería darte las gracias- lo interrumpi.

-¿Nicole sabe que estas acá?- habló divertido.

Siempre cambiando de tema.

-Si- mentí.

-Claro, por eso está allá atrás, con cara de que va a matarte- rió. Rápidamente gire mi cabeza, pero no había nadie. -Mentirosa de mierda- rió más fuerte.

-Idiota- golpee suavemente su hombro. -Me asusté- toqué mi pecho.

-Así que ahora vas a empezó a salir...- hizo una pausa. -Podías venir conmigo algún dia- guiño el ojo.

-No me caes bien- bufé. Tomás mordió su labio inferior y levantó sus cejas. Bajó de la moto para luego apoyarse en ella, agarró mi mano e hizo que me ponga delante de él.

-Cuanta maldad hay en este pequeño cuerpo- bromeó. -¿Puedo?- preguntó. Asenti, sin saber a que se refería. Posicionó sus manos en mi cintura.

-Aparte solo salí porque era el cumpleaños de Mateo, lo ví como excusa para ver si me gustaba- me encogi de hombros. Intentaba sonar lo más calmada posible, pero lo tenía a centímetros.

-¿Y te gustó?- me apegó mucho más, ahora sí estábamos demasiado cerca.

-Masomenos- trague en seco.

-Me molestan tus brazos así- se quejó, ya que yo no estaba tocándole. Reí al darme cuenta de ello.

Con muchísima vergüenza rodee su cuello, él sonrió.

-Ahora si- asintió. Nos mirábamos sin decir nada, al principio fue incómodo, luego ya no.

-Tengo que irme- sonreí de lado.

-¿Ya?- ledeo su cabeza haciendo un pequeño puchero. -Un rato más- pidió.

-No puedo- negué.

-¿Me das un abrazo?- preguntó. Reí ante su pregunta, pero se lo di. Él me apretó un poco, puso su cabeza en mi cuello, sentía su respiración, era lenta.

-Que descanses- hablé en cuánto nos alejamos.

-Nos vemos- sonrió.

Comencé a alejarme, sabía que estaba mirándome así que caminé un poco más rápido. Llegue y me acosté en el sillón. No sabía que fue eso, pero sentí muchísimas cosas, jamás me había pasado algo así, me dolía muchísimo la panza. Y aunque sabía que tal vez fue porque estaba ebrio, no dejaba de sonreír.






























HOLIS🤗

Mmm ke hace el Tomi ahre bueno loco escribí bastante rápido todo asike nada. Voten porque sino se muere un gatito.

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•Complicado•// C.R.OWhere stories live. Discover now