5

2.5K 260 187
                                    

Pasado.

De alguna forma había logrado salir del pozo de miseria en el que estaba hundido, mis amigos no se habían rendido por nada del mundo conmigo y esperaron pacientemente a que me abriera con ellos.

No podía decir que mi corazón había olvidado a Deku, no había forma de que lo hiciera y eso estaba bien, no podía olvidar tan fácilmente a alguien que amo con todas mis fuerzas, sin embargo el dolor ya no estaba, solo la duda por lo que Inko había dicho, y es que ¿Que habrá hecho mi madre para que su mejor amiga quisiera marcar distancias? Se había propuesto descubrir la mierda en la que estaba metida.

Kirishima y Mina lo habían estado ayudando con eso, ambos lo acompañaban a todos lados en la editorial y en la casa de sus padres, mientras Kaminari y Sero hackeaban el sistema de seguridad para robar información, habían encontrado mucha mierda, tanta que le sorprendia no haberse dado cuenta antes, le causaba repulsión en verdad.

Tal vez no había sido una mierda como lavado de dinero o tráfico de drogas y a saber otras mierdas, pero si había extorsión, maltrato al personal y varias personas tachadas como desaparecidas marcadas en verde. No había que ser muy listo porque también había encontrado varios papeles sueltos en el escritorio de su madre, que al parecer era la única implicada.

Después de eso nada volvió a ser igual para él, si antes ya había tenido un cambio significativo en él, ahora mucho más con todo lo que había descubierto, y dentro de sí agradecía que Inko se hubiera llevado a Deku muy lejos a donde su madre no pudiera tocarlo.

Tiempo pasó después de que descubrió todo eso cuando Todoroki se había ido a Estados Unidos detrás de Izuku, dejando atrás a una muy destruida Mina.

Katsuki sabía que Mina estaba enamorada, que llevaba mucho tiempo con esos sentimientos enrroscados en su corazón y que cuando al fin había dado un paso para confesarse el tipo simplemente huía, se enojo mucho, porque él tenía al bastardo por alguien más sensato, valiente y directo, y había terminado huyendo como un cobarde.

Después de eso su amiga se había enfrascado en una dolorosa depresión que no la dejaba vivir en paz, pasaba día y noche encerrada en su habitación y si comía era porque Kirishima y Kaminari estaban llevándole comida cada cierta cantidad de horas. Aizawa-sensei había estado preocupado por una de sus estudiantes y había logrado hablar con ella después de intentarlo por quinta vez, y comprendió que la chica no saldria a menos que alguien le abriera los ojos.

Y era evidente que sería Katsuki no tengo paciencia Bakugou.

Entró de manera bruta a la habitación de la fémina mientras sus amigos lo miraban preocupado en el umbral.

Atravesó la habitación mientras veía el reguero que había alrededor, bolsas de comida, cajas de fideos chinos, pañuelos llenos de sustancias de dudosa procedencia y mucho más. Con rabia sacó el grueso cobertor de la cama para dejar ver a la desaliñado chica, que soltó un chillido ante el choque repentino de luz.

— ¡Apaga la luz! — ordenó con fastidio mientras cubría su rostro.

— ¡Ni que fueras un maldito vampiro, Alien de mierda! — espetó con enojo —. ¡Así que más te vale levantarte y limpiar este chiquero o te pateó! — ordenó, señalando toda la habitación con incredulidad — . Un mes, Mina ¡Un maldito mes que no limpias esta mierda! No puedes dejar que esta mierda te deprima

— ¡Pará ti es fácil decirlo! — exclamó dolida —. ¡Él me rechazo de esta horrible manera! ¡Pará ti es más sencillo porque nadie te ha rechazado!

Abrió los ojos incrédulo a más no poder — ¿Sencillo...? ¿Qué mierda es más sencillo? ¡La persona que amo desde que tengo uso de razón no está, se fue de este puto lugar de mierda y me dejó, Mina! ¡Tu fuiste rechazada! ¡No te dieron ningún tipo de esperanza! — exclamó con la voz rota, haciendo sentir a Mina muy culpable por sus palabras —. ¡Yo tuve al amor de mi vida entre mis brazos y se fue! ¿¡Crees que esa mierda es fácil!? ¡Que haya sido lo mejor que se fuera no lo hace tan fácil!

Nuestro secreto | Dekukatsu | Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora