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Cuando se levantó la vista de Kaminari dormido mientras un hilo de baba se deslizaba por su mejilla fue lo primero que le recibió. Bostezo con sueño mientras en su cabeza las palabras de Kaminari seguían sonando.

— ¿Y si te digo que te amo, Mina, me odiarías?, ¿Me odiarías si te beso justo ahora?

Suspiro y, Dios mio, no iba a negar que esperaba que Kaminari le robara un beso, el tonto se había enamorado de ella y aunque al inicio intento evitarlo, terminó enamorandose, pero aun no era momento para una relación, ella se la pasaba más por fuera de Japón que adentro, además, Kaminari iba a visitar a Jiro a EU.

Y ella sinceramente no iba a meterse en problemas.

Con eso en mente me levante de la cama y recogí un poco el desastre que había en el piso, luego entre al baño para asearme un poco, mirando mi reflejo en el espejo, y la persona frente a mi me miraba con burla.

Cobarde.

Salí del baño enojada, no era ninguna cobarde. Me dirigí a la salida del departamento, poniendome mis zapatos y lista para enfrentar otro día de vida.

Iba caminando por la calle cuando me tope con una cafetería que Katsuki suele frecuentar, entre sabiendo que los postres eran una delicia y me ubique en una mesa.

Media hora después, estaba disfrutando unas deliciosas donas glaceadas, aunque sabía que luego debería ejercitarme para quemarlas. Estaba a punto de terminar mi última dona cuando un chico que conocí en prepa ocupo un puesto frente a mi.

— Hola Mina — saludo el bicolor.

¡Será cabron! No lo había vuelto a ver desde que me rechazo y llegaba tan campante a hablarle.

— ¿Que quieres? — espete enojada.

Todoroki me miró fijamente ante de hacer una pequeña reverencia.

— Lo siento mucho por todo en secundaria, Mina — abrí los ojos desconcertada ante sus palabras.

— ¿que?

— En ese entonces no fui claro contigo, y lo siento si fui cruel, Mina — explicó con voz Serena — la razón por la que te rechacé es porque estoy comprometido desde los doce.

— ¿Comprometido? —

— Con un chico, porque soy un doncell — continuó —. No era solo que no me gustaras, es solo que tampoco podía aceptarte, y no tiene sentido que llegue de la nada a decirte esto, pero necesitaba decirlo.

Me quede absorta con todo lo que me había dicho, podía elegir no creerle, después de todo era una escusa horrenda.

Sin embargo yo no quería seguir teniendo rencor hacia él, así que lo mire con una sonrisa.

— Esta bien, gracias por decirme esto, no tenias que hacerlo

— Si debía, cuando me dijiste que estabas enamorada de mi me sentí halagado, pero no podía aceptarte, se me hizo más fácil huir que afrontar mis problemas de frente.

Suspire tranquila, al final no servía de nada guardarle rencor — Te perdono — musite, levantándome y dejando el pago de las donas —. Espero que me invites a tu boda, Icehot — luego salí del café y saqué mi celular ¡Debía hablar con Uraraka! Y tratar de comunicarme con Katsuki.

Nuestro secreto | Dekukatsu | Terminada Where stories live. Discover now